Hace unos domingos, atrás mientras comía pizzas junto con los adolescentes de la iglesia, debatíamos cuáles eran las redes sociales que utilizan hoy.
Mientras se desarrollaba la conversación, comencé a disfrutar de la velocidad con la que los adolescentes inteligentemente analizaban su necesidad de relacionarse y con qué redes sociales lograban hacerlo. Sin embargo, lo que parecía una apreciación se convirtió en el algo abrumdor. Surgieron miles de preguntas en tan sólo unas horas que estuve entre ellos. Hacerse preguntas es un evento normal que debe darse entre los adultos que, de una forma u otra, tienen vínculos con adolescentes y jóvenes.
A mis casi cuarenta años de edad y pastoreando el ministerio juvenil de la iglesia a la que pertenezco, me considero una persona moderna y actualizada para trabajar con los chicos de hoy. ¡Me río sola porque esta es la típica señal de vejez!
Reconozco que no soy una nativa digital sino una emigrante híbrida al mundo cibernético pero, por trabajar en el ministerio juvenil, busco integrarme a la tecnología tal como si hubiese nacido en ella. Y es que los adolescentes y jóvenes de hoy nacen en la tecnología y ésta es su mayor fuente de formación. Yo los llamo la generación SMART.
Esta generación juvenil SMART posee un manejo natural de la alta tecnología, lo que ha hecho que todo su mundo sea integralmente digitalizado incluyendo sus relaciones entre otras cosas. Y he ahí el nacimiento de mis preguntas tales como: ¿cómo son los adolescentes y los jóvenes SMART? Y cómo debería ser el ministerio juvenil para esta generación?, entre otras.
Así que, sin importar que seas un adulto o un adolescente/joven que está leyendo éste artículo, espero que el fin sea amarles.
Las computadoras personales o caseras surgieron durante mi adolescencia. (Che, ¡no soy tan vieja! ¡Cuidado que veo tus emoticones!).
Soy hija de pastor, pero a su vez mi papá era maestro y programador de computadoras. Así que por acontecimientos históricos globales, mi adolescencia se cruza con la llegada al acceso de la computadora personal o casera y la utilización de la misma en las escuelas. No era para nada parecido a lo que tenemos hoy. Estas computadoras sólo servían para realizar datos calculables y/o almacenamiento de información pero sin embargo provocaron el despertar creativo para hacer que las formas de comunicarnos evolucionen, como es el caso del envío de cartas por correo regular aéreo o náutico que tardaba días o semanas, hasta llegar a hoy en que recibimos correos electrónicos con demoras de 15 segundos.
Esta evolución de intercambio de información, no solamente para mejorar la comunicación sino para disfrutarla como algo natural de la vida, da pie a la alteración del típico sistema de transmisión como la forma y el idioma, creando una sensación de ser el extraterrestre porque no entiendes nada de lo que llamamos Internet.
Con la llegada de la Internet, nuestro mundo de comunicación cambia drásticamente dejando de ser una generación análoga, que hace una función a la vez, para convertirnos en una generación digital que desarrolla la capacidad de hacer múltiples cosas a la vez. ¿De qué cambio drástico estoy hablando? ¡Tecnología Smart!
La tecnología Smart se refiere a la integración digital con la Internet y las plataformas de entretenimiento y socialización de la web 2.0 logrando que, dispositivos o aparatos tradicionales ya existentes de la comunicación como televisores, radio, teléfonos, entre otros, logren conectarse de forma híbrida para que todas las opciones de relajación sean proporcionadas por un solo aparato.
El boom de la Internet en los últimos tiempos no sólo fue como proveedor principal de entretenimiento e interacción social sino también como lugar de aprendizaje haciendo que las necesidades básicas de las personas, en especial en la adolescencia, sean satisfechas a la luz de aplicaciones instaladas en los dispositivos Smart como Youtube, Twitter, Facebook, Skype, Instagram, Whatsapp, Snapchat, Google, Wikipedia y Netflix entre otros.
Lo interesante de esta re-definición de la vida humana, como lo definen los gamers (pre-adolescentes), youtubers (adolescentes) y facebookeros (jóvenes), es que ésta realidad virtual/digital “siempre ha existido” y para el adulto es totalmente innovador. La razón de la familiarización hacia este tipo de vida integral se debe a que nuestros pre-adolescentes, adolescentes y jóvenes son nativos digitales. En otras palabras son la generación del siglo 21. En esencia son personas tradicionales pero conectados a la tecnología híbridamente desde que nacen como resultado de que nuestra sociedad camina hacia la globalización digital.
Según mi amigo Eliseo de 13 años, los pastores y líderes juveniles deben asociar el mundo digital/virtual con el mundo real utilizando la tecnología como generador del pensamiento colateral.
Pensamiento colateral es abrir tu cabeza a otro mundo paralelo donde te olvidas de tu realidad y entras a un mundo que te expone a pura diversión, experimentas felicidad y expresas lo mejor de ti.
¿Pensamiento colateral? ¿Abrir tu cabeza a otro mundo?… ¡¡UFF!! ¿Conversar con un nativo digital no te genera miles de preguntas?
La enseñanza de la iglesia se basa en que las personas incorporen la verdad del Evangelio a sus vidas: Jesús es nuestra fuente de ATENCIÓN, AFECTO y ACEPTACIÓN. En su plan de salvación no hay rechazo, tristeza ni abandono. Nosotros, los pastores y líderes, conocemos esta verdad y la enseñamos. ¿Pero logramos con nuestra enseñanza que nuestros adolescentes y jóvenes nativos digitales la incorporen a sus vidas? Con tristeza debemos decir que no, en su mayoría.
Incorporar la verdad del Evangelio es una decisión y ésta se logra con el desarrollo del pensamiento. Nuestros adolescentes y jóvenes tienen su pensamiento diseñado por compartimientos, tal como un dispositivo SMART con APPS.
¿Qué es una APP? El avance de la Internet y su integración en los dispositivos inteligentes obligó a los desarrolladores de tecnología a crear UNA manera amigable de acceder a todo lo que necesitan desde un solo lugar de acuerdo a los hábitos de las personas, y esto se llama APP. El uso de APPS es puramente innato ya que, descubrir para qué y cómo funciona, es todo una experiencia intuitiva.
Esta capacidad intuitiva que ofrece la APP hace que las personas inteligentes (SMART) o generación del siglo 21, tengan destrezas poco usuales que maximicen su potencial, siendo aprendices activos construyendo su conocimiento, comunicadores efectivos, emprendedores, creativos, participantes interactivos a soluciones de problemas, que a su vez experimentan, comparten, integran y pertenecen a una comunidad capaz de hacer múltiples cosas a la vez gracias al mundo digital.
El ministerio juvenil debe ser esa APP (lugar único) amigable que permite a los pre-adolescentes, adolescentes y jóvenes acceder a todo lo que necesitan: aceptación, afecto y atención que solamente el Evangelio ofrece de forma puramente innata y experiencial. En cada encuentro que tengamos con nuestros chicos, debemos proveerles un espacio que los exponga a la diversión en donde, por un momento, se relajen del mundo actual en el que viven, experimenten la pertenencia al sociabilizar sin rechazo y expresen con su vida la integración del mensaje transformador de Jesús, ya que para los nativos digitales es la única forma de comprender la vida cristiana. Así lo hizo Pablo, que estuvo dispuesto a adaptarse a su audiencia como lo expresa en 1 Corintio 9:22 que te comparto en versión Alex: “Cuando estoy con los que son nativos digitales, me hago nativo digital con ellos, porque deseo llevar a los nativos digitales a Cristo. Sí, con todos trato de encontrar algo que tengamos en común y hago todo lo posible para salvar a algunos”.
Pero Alex ¿cómo podemos ser un ministerio juvenil APP? Utilizando creatividad, comunicación, pensamiento crítico, auto-dirección, entendimiento multicultural, tecnología y trabajo en equipo. Desarrollando cada una de estas destrezas podemos lograr que nuestro ministerio juvenil sea:
• Real – Estar al día con lo que ocurre en el mundo y conversarlo con los chicos.
• Relacional – Estar dispuestos a aprender y estar conectados al mundo digital.
• Relajado – DIVERTIDO, DIVERGENTE, DISRUPTIVO.
• Relevante – No basar nuestras enseñanzas en la memoria sino en la comprensión.
Nuestros preadolescentes, adolescentes y jóvenes necesitan que sus pastores y líderes juveniles los ayuden a Exponerse, Experimentar y Expresar a Cristo, su Reino y los propósitos bíblicos de su Iglesia, sostenidos en los valores insustituibles de esta generación, que son la diversión y las relaciones.
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