Este juego funciona mejor en grupos pequeños donde todos se conocen bastante bien; de todas maneras, si tienes un grupo grande, puedes pedirles que se dividan en subgrupos.
Cada jugador recibe papel y lápiz y cada uno debe escribir una anécdota real sin poner su nombre. Luego todos colocan su papel en el centro de la ronda, revuelen los papeles y de a uno leen un papel cualquiera. Al terminar de leer la historia todos tienen la oportunidad de adivinar de quién se trata.
¿Adónde llevarlo desde aquí?
De esta actividad puedes hacer varias cosas (con algunos versículos posibles para cada tema):
* Puedes hablar de que somos especiales, creados únicos con experiencias únicas (Salmos 8:5 – Romanos 2:10 – Lucas 2:32 – 2 Timoteo 2:10).
* Puedes hablar de las decisiones que tomamos frente a cada situación (Efesios 6:13 – Colosenses 3:20 – 1 Pedro 5:5 – Proverbios 15:22, 16:1-3).
* Puedes hablar del juzgar a otros por cómo se ven o por lo que creemos que hacen o son, según cómo se ven o por una actitud aislada (Lucas 6:36).
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