Para este rompehielos necesitas tan solo conseguir lápices de colores y varios libritos para colorear y otros que ya estén coloreados por niños de 2 a 4 años más o menos. Primero entrégale a cada alumno unos cuantos lápices de colores y un dibujo. Déjalos colorear por unos minutos y aunque no terminen continúa la clase. Saca los libritos ya coloreados por los niños y muéstrales la diferencia. Sus dibujos estarán perfectamente coloreados, con colores lógicos y bien rellenas todas las líneas por dentro. Los dibujos de los niños estarán todos mal pintados, por fuera de las líneas mezclando todos los colores sin sentido.
¿A dónde llevarlo desde aquí?
Por más que los dibujos les dan la guía para pintar los niños están tan concentrados en el colorear que pierden la perspectiva del dibujo, derrochando creatividad en sus pinturas. En cambio nosotros nos enfocamos tanto en pintar respetando las líneas y dibujos que no podemos producir otra imagen que no sea la que se espera. De la misma manera vivimos. La cultura nos presiona a vivir dentro de los marcos de lo que todos esperan. Y desesperadamente peleamos cada día para no salirnos de las rayas y por respetar los colores que se supone tenemos que usar. Dios nos llama a ser como niños, a colorear fuera de las líneas, a ponerle colores diferentes a cada día, descubriendo la verdadera libertad a la que nos ha llamado. Haciendo de nuestras vidas una obra de arte. Romanos 12:1- 2, Números 14 (especialmente el versículo 24) También Mateo 5:3-5.
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