Redescubriendo la Iglesia
julio 21, 2025Guía práctica para los nuevos misioneros
Querido joven aventurero, quiero compartir contigo esta pequeña guía para tus viajes misioneros. Mi intención es que puedas tener una descripción práctica pero detallada de lo que necesitarás preparar, tanto física como espiritualmente, para emprender tu misión.
Iremos de a poco. Repasaremos la lista de la documentación previa, todo lo que debes hacer antes de llegar al aeropuerto, lo que debes hacer antes de que salga tu vuelo, y lo que debes hacer al regresar a casa.
¿Estás listo?
¿Seguro?
Piénsalo bien, porque en el momento en que lo decidas, estarás diciéndole “sí” a una aventura de la que no hay vuelta atrás.
Porque, en cuanto tú te decidas, Dios comenzará a moverse. Él tan solo está esperando tu “sí”.
Y no me refiero al típico “sí” que les decías a tus padres cuando te pedían sacar la basura. Más bien me refiero a la clase de “sí” que respondías cuando tu madre te preguntaba si querías que te comprara tu dulce favorito. No necesitabas ni pensarlo. Sabías incluso cuál dulce querías, y te mantenías firme en tu decisión sin importar si estaba disponible en la tienda más cercana o si había que peregrinar por dos o tres tiendas hasta encontrarlo.
A esa clase de “sí” me refiero.
Aquí vamos con la lista mientras piensas tu respuesta…
Documentación:
- Verifica la validez de tu pasaporte. No debería vencer dentro de un periodo de al menos seis meses si vas en una misión corta. Si planeas quedarte por más tiempo, debería ser más. Revísalo y, de ser necesario, renuévalo.
En el área espiritual, ten cuidado de no andar con una identidad vencida. Corre directamente con tu Padre para renovarla lo antes posible, en caso de ser necesario. Debes tener bien en claro quién eres en Cristo antes de salir a hablarles a otros en su nombre.
- De ser necesario, obtén la visa que corresponda a tu país de destino. Hay algunos países que son muy estrictos al respecto. Debes informarte y realizar todos los trámites que sean necesarios, los cuales a veces llevan tiempo. Que no se te ocurra comenzar a planear las cosas sin antes asegurarte de estar autorizado a ingresar al país a donde quieres ir.
- Haz copias de tu pasaporte y de la visa (si puedes hacer copias en papel y también digitales, mejor).
Vuelos:
- Planifica y reserva tus vuelos con anticipación. Ni se te ocurra querer comprarlos unos días antes, incluso si son vuelos locales, pues es muy difícil encontrar disponibilidad y precios accesibles.
- Usa aplicaciones para encontrar ofertas y estar pendiente de las temporadas de demanda alta o baja. Si puedes elegir, yo te recomiendo viajar en temporada baja, puesto que los precios son mucho mejores.
- No planees una misión exprés, a las apuradas, organizando y comprando todo a último momento. Recuerda que lo que Dios prepara no es una comida de microondas. Todo lleva su tiempo.
- Investiga sobre las políticas de equipaje y cargos extras. Algunas aerolíneas de bajo costo te proponen precios magníficos, pero luego buscan cualquier excusa para llevarse tu dinero.
- Te recomiendo investigar también las medidas de equipaje permitidas. Según la aerolínea en la que viajes, estas pueden llegan a variar considerablemente. Recuerda que habrá veces en las que ciertas cosas con cierto peso no vendrán incluidas en el boleto.
Debes ser sabio para aprender a dejar atrás lo que no debe acompañarte en el viaje. Y no, no estoy hablando de las maletas. Esto es válido en el área espiritual también.
Alojamiento:
- Si vas en un viaje misionero por tu cuenta y puedes costear una habitación de hotel por todas las noches de tu estancia, ¡adelante, hazlo!
Si van varios en grupo, o si vas por tu cuenta pero no puedes costear una habitación de hotel, entonces te recomiendo ampliamente reservar en hostales. Existen miles de opciones en casi todo el mundo, y ahí tendrás lo que te haga falta sin necesidad de invertir mucho.
Finanzas:
- Notifícale a tu banco sobre tu viaje (para que gestionen las autorizaciones necesarias y evitar bloqueos en tus tarjetas).
- Investiga sobre el tipo de cambio en tu lugar de destino y lleva algo de dinero en efectivo para tener a mano cuando lo necesites. Por ejemplo, para pagar tu transporte desde el aeropuerto al hostal, o si necesitas algo de cambio para usar un baño público.
- Considera la posibilidad de llevar una tarjeta de crédito o débito para facilitar las compras que tengan que realizarse, como por ejemplo la comida (sobre todo si vas en grupo).
- Haz un presupuesto para tu viaje, incluyendo alimentos, transporte, actividades, etc. Sé sabio y administra bien los recursos que Dios te ha permitido tener.
Salud:
- Consulta a un médico sobre las vacunas necesarias (especialmente si viajas a lugares exóticos como África).
- Evalúa la posibilidad de contratar algún servicio de asistencia al viajero para tener disponible durante tu estancia.
- Lleva contigo un botiquín básico (con analgésicos, vendas, repelente, etc.).
- Tanto en el caso del botiquín como en el de necesitar llevar medicamentos personales, averigua sobre la legislación vigente tanto en tu país como en el de destino. En algunos lugares no permiten ingresar medicamentos sin receta, y en otros sí pero solo si están cerrados y en su empaque original.
Equipaje:
- Elige una maleta adecuada y lo más ligera posible. Hay algunas que tienen ruedas desprendibles, lo cual puede ser más cómodo, pero no es indispensable. No te olvides de averiguar las reglamentaciones y medidas permitidas por la aerolínea que vayas a utilizar.
- Lleva contigo durante el vuelo una mochila pequeña. Te servirá para llevar tus cosas personales y también un cambio de ropa por si lo necesitaras. A veces sucede que una maleta se extravía en el camino (por ejemplo, en las conexiones entre un vuelo y otro), y pueden pasar días hasta que la aerolínea la recupere y entregue al cliente. En esos casos, es mejor tener un cambio de ropa de repuesto, para esperar más tranquilos.
- Averigua cómo son los enchufes y el voltaje que se utiliza en tu país de destino, e incluye en tu equipaje adaptadores además de los cargadores de los aparatos que lleves.
En lo espiritual, jamás dejes que tu fuente de vida se agote. Permanece siempre conectado a Dios para estar recargándote una y otra vez.
- Prepara con tiempo una lista de la ropa y los artículos esenciales que llevarás. Intenta incluir ropa versátil, para no llevar de más ni de menos. Por ejemplo, si vas a un país donde las temperaturas varían mucho a lo largo del día, tal vez sea mejor llevar varias capas de ropa más finas, en lugar de un abrigo grueso. De esa manera tendrás más opciones de irte poniendo o sacando prendas de acuerdo a la situación.
Aprende además a ser práctico con tus cosas. Elige prendas que sean fáciles de combinar. Recuerda que habrá veces en las que no tendrás tiempo ni de pensar qué ropa vas a ponerte.
En el área espiritual, no te olvides de empacar toda la armadura espiritual que se lista en Efesios 6. ¡Vas a necesitarla tanto o más que a tu ropa!
Comunicación:
- Investiga las opciones locales o el servicio de roaming que tengas disponible para mantenerte siempre conectado.
En el área espiritual, permanece siempre en contacto con Dios. Cuéntale de tus anhelos y preocupaciones, y sobre todo mantén tus oídos atentos a lo que él quiera decirte en cada momento.
Llegando al aeropuerto:
- Organízate para llegar al menos tres horas antes si se trata de un vuelo internacional (puede surgir algo en el camino, y es mejor prevenir que lamentar).
- Realiza el check-in en línea si es posible (esto ahorra tiempo en el aeropuerto).
- Tan pronto como llegues, dirígete al mostrador de la aerolínea para dejar tu equipaje (verifica antes el peso para no tener problemas).
Controles de seguridad:
- Prepara tus pertenencias para la revisión de seguridad. Normalmente te pedirán que saques los dispositivos electrónicos de sus empaques y los dejes expuestos, y si llevas líquidos, estos no deberán superar los 100ml y estar embolsados. Infórmate sobre estas y otras restricciones con anterioridad al viaje para evitar demoras o problemas el día de tu vuelo.
- En el ingreso a algunos países el control es más detallado. Usa ropa cómoda y fácil de quitar por si quieren revisarte (los zapatos sin cordones son ideales). Te recomiendo averiguar sobre este tema con antelación.
Puerta de embarque:
- Verifica la puerta de embarque para tu vuelo y la hora de embarque en las pantallas, que encontrarás… básicamente en todos lados. Si estás en otra parte del aeropuerto, mejor acércate a tu puerta de embarque y espera cerca (no sea cosa que luego te pierdas en el camino).
- Escucha los anuncios que se hacen por los altavoces y pantallas, y mantente atento a posibles cambios de último momento (las puertas de embarque y los horarios pueden cambiar).
Tiempo libre en el aeropuerto:
- Una vez que hayas identificado tu puerta de embarque, busca una sala de espera cercana. Allí tendrás la oportunidad de usar el tiempo restante hasta tu vuelo en muchas cosas.
- Conéctate al wifi gratuito que suele haber en todos los aeropuertos para revisar tus redes sociales o mensajes.
- Si dispones de más tiempo, explora tiendas y restaurantes, o tómate un café y disfruta de un momento de calma. Pero no gastes demasiado dinero en esto, y ponte alarmas en el celular cada tanto para no perder de vista tu horario de embarque.
- Sobre todo, prepara tu mente y tu corazón para el viaje. Reflexiona sobre lo que te gustaría vivir y lo que esperas aprender. Establece tus metas personales para el viaje; por ejemplo, escuchar más a Dios en algún área específica, ser más ordenado, más dispuesto, más servicial…
De regreso a casa:
- Cuando estés por emprender tu camino de regreso, el proceso será similar. Solo asegúrate de no olvidar nada en el hotel u hostal, y mucho menos cosas importantes como la documentación y los aparatos electrónicos. Revisa con cuidado los cajones y armarios en los que hayas guardado tus pertenencias, y también debajo de la cama, para que no se te quede nada allí.
- Dale gracias al Señor por todo lo que te permitió vivir en ese viaje, por haberte cuidado en todo momento y por permitirte formar parte de sus planes maravillosos.
- Ora por aquellas personas que continuarán haciendo la obra en el Señor en el lugar donde estuviste.
- Comparte tus historias de viaje en las redes sociales para inspirar a otros a animarse a vivir las locuras de Dios.
- Haz una lista de lugares a los que quisieras ir en el futuro (¡Empieza a soñar de nuevo, y hazlo en grande!).
Este artículo fue extraído del libro “Pasión por las Misiones” de JC Marker
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JC Marker es conferencista y movilizador de jóvenes alrededor del mundo a través de misiones y liderazgo juvenil, encendiendo una llama de pasión y fe en los cinco continentes. Es pastor en “Iglesia del Señor Toluca (IDS Toluca)”, una de las Iglesias más grandes del Estado de México, en donde junto a su esposa se desarrolla como copastor y pastor de jóvenes.