Para terminar una clase en laque hables acerca de una relación cercana con el Señor, un buen recurso es repartir una carta de Dios a los participantes con verdades bíblicas fundamentales de lo que Jesús enseñó y que la Biblia deja bien en claro. Obviamente esta es una creación poética, pero puede ser un gran cierre para meditar en Dios y su amor por nosotros.
La carta puede decir algo así: ¡Hola! ¿Cómo estás?, te escribo esta carta para que podamos tener un rato juntos, quiero decirte que te amo y estoy pendiente de ti a cada momento. Conozco tus risas y aún aquello que no te deja dormir. A veces te noto lejano, otras veces triste, y hay momentos donde estás contento y feliz. Yo siempre me entristezco o alegro contigo. Quiero que compartamos y hablemos más seguido, pero a veces estás tan agitado que no te das cuenta. Por esa razón separé este momento, para que estemos juntos y que puedas escucharme.
Te amo con amor eterno. Dios
Deja unos momentos para que mediten en la carta y luego propone dar vuelta la hoja y escribirle del otro lado una carta personal a Dios. Deja unos minutos en silencio y que cada uno escriba su propia carta de respuesta al Señor.