Fuera de escena
diciembre 12, 2023¡Tengo miedo!
abril 12, 2024Mariela es una joven cristiana que quiere servir al Señor, ella esta esperando Su llamado al ministerio y no se da cuenta que el Señor ya la esta llamando, solo tiene que usar todos los talentos que ya ha recibido.
Personajes:
– Mariela
– Mamá de Mariela
– Andrés
– Pastor
Material:
– Teléfono, Silla o sillón
– Libros y un disfraz (ver dialogo con Andrés)
– Dos sillas y una mesa para hacer de oficina.
Escena 1:
Mariela espera junto al teléfono impacientemente. Mira el reloj a cada rato y se mueve nerviosamente, camina en círculos al rededor del teléfono y suspira con desaire.
Mariela: -Ya estoy lista! Acá estoy, solo tienes que llamarme…
Entra la mama de Mariela en escena con una escoba, balde con agua, trapeador, plumero, etc. y se pone a limpiar todo lo que encuentra.
Mama: -Mariela, hay miles de cosas que hacer en la casa, y no haces mas que estar ahí al lado del teléfono…
Mariela: Mamá, ¡esto es más importante, de este llamado depende el resto de mi vida!
La mama de Mariela la mira meneando la cabeza y se va.
Escena 2:
Mariela sentada en un sillón lee una revista, sigue esperando la llamada. Tiene una idea, (expresión de idea) sale de escena corriendo y entra con un montón de papeles de publicidades y otras cartas.
Mariela: (revisando papel por papel) Basura, basura, cuentas, cuentas, basura, Uh! ¡Zapatos en Oferta! (Se pone las ofertas debajo del brazo), sigue buscando… ¡nada! Ningún aviso…
Tocan la puerta,
Mariela: ¡Mama! ¡Golpean la puerta!
Mama: Si, ¡atiende!
Mariela con cara de fastidio va a la puerta y atiende, entra su amigo Andrés.
Andrés: Hola Mariela
Mariela: Hola, ¿Cómo estas?
Andrés: Te estaba buscando porque te necesito para algo importante.
Mariela: Bueno, no se, en realidad estoy un poco ocupada, estoy esperando…
Andrés: Pero es que vos sos buena para lo que tengo que hacer.
Mariela: No sé… mmm… ¿qué es?
Andrés: Tenemos esta fiesta que programamos para el barrio y nos toca hacer juegos y divertir a los chicos de la calle. Pensamos en enseñarles de Jesús, pero queremos hacerlo de una manera divertida. Tu siempre tienes buenas ideas y eres divertida y como estudias para maestra seguro que te sabes muchas dinámicas de enseñanza… ¡creo que nos puedes ayudar mucho!
Mariela: Sabes lo que pasa Andrés, yo hice eso durante mucho tiempo, y aunque me gusto hacerlo creo que es tiempo de ponerme seria en cuando a “MI vida espiritual” (esa frase bien recalcada). Necesito tener un tiempo especial con el Señor para conocer su voluntad para MI vida. Y no quiero que nada me distraiga. No voy a dejar de ayunar y orar hasta que el Señor me conteste. NECESITO descubrir cuales son mis dones, y tengo que estar preparada para no tener miedo a usarlos.
Andrés: (Con desanimo) Entiendo… Pero si tienes alguna sugerencia seria de mucha ayuda.
Mariela: ¡Claro!, (Responde Mariela llevándolo a Andrés al otro extremo del escenario y mientras habla le va dando a Andrés las cosas que menciona) te puedo dar un libro de juegos que esta muy bueno (Sigue buscando) también tengo algunas lecciones para niños de 8 a 10 mas o menos, que prepare hace un tiempo atrás, quizás necesites actualizar algunas cosas.
Ah, hace unos días me vino a la cabeza una obra de teatro evangelística que aunque es mas para adolescentes, creo te va a servir para que los adultos que estén allí también entiendan el mensaje. Además tengo unos disfraces que usamos en la escuela que te van a ayudar a entretener a los más chiquitos y tengo también varios cuentos con moraleja para ellos…
Andrés sale agradecido con todo lo que Mariela le dio entusiasmado en compartirlo con el resto del grupo.
Andrés: Gracias! Esto nos va a ayudar muchísimo, ¡no sé que haría sin ti!
Mariela: ¡No seas exagerado! Sabias que siempre tengo este tipo de cosas a mano por eso viniste…
Andrés: Exactamente… ¡Adiós!
Mariela: ¡Chau! Mariela cierra la puerta suavemente, como pensativa.
Escena 3:
Suena el teléfono, Mariela corre a atender. La mama de Mariela también se acerca al teléfono y se queda esperando.
Mariela: ¿Hola? Aaaaah, sí, ¿cómo estas?, bien, bueno, un poco ocupada esperando un llamado importante… ¡Claro que puedes venir a hablar!, sabes que siempre estoy aquí para escucharte. Bueno, ahora tengo que cortar, pero quedamos así, ven a casa por la tarde creo que tengo buenos versículos para ayudarnos a responder a esas preguntas.
Mama: ¿Quién era?
Mariela: Samanta. Una de las hijas de Mirta y Ricardo.
Mama: La que cumplió 15 el mes pasado…
Mariela: Sí
Mama: Rica chica… se lleva bien contigo ¿no?
Mariela: Si, ella, sus hermanos y los amigos me caen bien. Como les hablo en la reunión y me acuerdo de las cosas que me dicen parece que también les caigo bien yo. En verdad me gusta hablar con ellos porque siento que puedo ayudarlos. (Pausa)
¡Siempre me piden que les cuente chistes! ¡Ja! Yo me divierto con las tonterías que dicen, a veces se ponen “serios” ¡y me preguntan cada cosa!
Mama: Interesante… ¿no?
Mariela: No sé, divertido… pero no puedo dedicarles todo el día, yo me propuse encontrar el propósito de mi vida y no quiero distraerme con nada.
Escena 4:
Aparece el pastor de Mariela en escena.
Pastor: ¡Mariela! ¿Que haces aquí? (Con cara de pánico) Hoy no hay ninguna reunión de ningún tipo ¿no?
Mariela: No Ricardo, Es que estaba esperando hablar con usted.
Pastor: ¡Ah! Que bueno, pero no me llames usted, dime Ricardo.
Se sientan y el pastor revuelve y acomoda unos papeles con cara de preocupación, suspira.
Mariela: ¿Que paso pastor? Tiene cara de preocupado.
Pastor: Si, estoy preocupado, tenemos un grupo muy grande de jóvenes que vienen con sus papas y no sabemos que hacer con ellos. Hablamos con Pablo (el pastor de jóvenes) y estamos pensando en maneras de ganarlos, pero no es fácil.
Mariela: Hablando de jóvenes, hoy me llamo su hija, es una buena chica, pero parece que estaba triste.
Pastor: ¿Ves Mariela? ¡Yo no me había dado cuenta! Necesitamos personas que puedan ser sensibles a estos jóvenes, están pasando por un momento tan difícil y no nos dan los recursos para ayudarlos… pero basta de hablar de mis preocupaciones, hablemos de ti.
Secretaria: Pastor, acaba de llegar una encomienda con el teclado nuevo. Necesitarían que lo revise y firme la entrega.
Pastor: ¡Aleluya! Mariela, esperame unos minutos que ya regreso. Es que llego el equipo para el grupo de alabanza, al fin Cristian tomo la responsabilidad de dirigir las canciones y también tomaron la decisión de servir al Señor en los coros la esposa de Cristian y otra hermana así que estamos entusiasmados, ¡El Señor siempre responde!
Mariela casi enojada: ¡Señor! ¿Será que algún día me llamaras a mí?
Suena el teléfono… Mariela sale de escena.
Fin.