Explícale a tus jóvenes la diferencia entre Semana Santa y la Pascua

La palabra hebrea “Pesaj” significa “Paso” o “Salto”. Esto se refiere al libro del Éxodo en el momento en que la décima plaga, que era la muerte, pasaría por las casas y se saltaría aquellas casas donde los dinteles de las puertas estuvieran pintados por la sangre del cordero. El ángel de la muerte pasaría de largo en esas puertas, pero entraría a todo el resto de los hogares para llevarse la vida de los primogénitos.

La muerte del primogénito de Faraón fue la motivación para que él dejara ir al pueblo. Aunque luego de eso se arrepintió y provocó la famosa persecución que llevó el pueblo de Dios hasta las orillas del mar Rojo.

Ahora, ¿cuál es la relación de aquel hecho con Jesús y la celebración que llamamos Semana Santa?

El libro del éxodo capítulo 12 nos habla de la orden de escoger un cordero sin mancha. Esa era la condición. La noche antes de su salida, el pueblo debería comer este animal acompañado de pan sin levadura y hierbas amargas. Jesús es todo eso. Él es el cordero sin mancha, elegido por el Padre para que fungiese como sacrificio para la redención del ser humano. Los panes había que cocerlos sin levadura por la premura de salir con urgencia, y claro, siendo que la levadura representa al pecado, Jesús, Dios hecho hombre, era el cordero sin pecado. Las hierbas amargas recordarían al pueblo la esclavitud a la que estuvieron sometidos, y Jesús cargó sobre sí mismo la amargura del pecado y la esclavitud para que hoy podamos ser libres.

El Pesaj en la cultura hebrea se celebra junto con otras dos convocatorias santas. Los panes sin levadura y la fiesta de las primicias o también llamada fiesta de los primeros frutos. Ya habíamos dicho que Jesús es el cordero del Pesaj, su sangre hace pasar la muerte de largo para que ya no domine sobre nosotros. Allí, Jesús venció al que tenía el imperio de la muerte. Jesús también es el pan de vida, un pan sin levadura, sin pecado, que otorga vida eterna a todo aquel que cree en él. Jesús es también la primicia, pues luego de su muerte no permaneció en la tumba sino que resucitó, y fue el primero que resucitaría con la muerte vencida para que nosotros podamos aferrarnos a la esperanza de la resurrección.

Mira este texto bíblico:

²⁰Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. ²¹Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. ²²Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.

1 Corintios 15:20-22 (RV 1960)

Se dice que había en tiempos de Jesús una tradición en la que el pueblo esperaba con hojas de palma al sumo sacerdote justo en el momento en que elegía al cordero que sería sacrificado, así toda la gente proclamaría la salvación y perdón de Dios por medio de aquel cordero y lo hacían con hojas de palma. Pero claro, aquel día, y justo en ese momento en que la gente estaba preparada con hojas de palma esperando la elección del sumo sacerdote, Jesús entraba montado en un asno, y al ver a Jesús todos blandieron sus hojas de palma proclamando, sin saberlo, que él era el cordero pascual, y aún más allá, era el sumo sacerdote que comprende nuestras debilidades y que hoy nos permite acercarnos al trono de la gracia (Hebreos 4:14-16).

“¡Hosanna! ¡Hosanna!” Ese era el grito de la gente. “¡Sálvanos! ¡Sálvanos!” Y así lo hizo, cumpliendo cada una de las profecías que se habían dicho del Mesías esperado:

Llegar montado sobre un asno (Zacarías 9:9)
Se mantuvo en silencio durante su juicio (Isaías 53:7)
Sería vendido por 30 piezas de plata (Zacarías 11:12)
Abandonado por sus discípulos (Zacarías 13:7)
Traicionado por uno de los suyos (Salmo 41:10)
Difamado por falsos testigos (Salmo 35:11)
Repartieron con suertes sus vestidos (Salmo 22:18)
Le darían a beber vinagre (Salmo 69:21)
Manos y pies serían perforados (Salmo 22:16)
Sus observadores sacudirían sus cabezas (Salmo 109:25; Mateo 27:39-40)
Morir colgado de un madero (Deuteronomio 21.22)
Encomendar su Espíritu a Dios (Salmo 31:5)
Sufriría por todos nosotros (Isaías 53:4-5)
Crucificado entre malhechores (Isaías 53:12)
Considerado un criminal (Salmo 69:9-19-20)
Su costado sería traspasado (Zacarías 12:10)
No quebrarían ninguno de sus huesos (Salmo 34:20)
Sepultado en la tumba de un hombre rico (Isaías 53:8-9)
La resurrección (Salmo 16:10)
La ascensión (Salmo 68:18)

Y todas estas cosas se han convertido en señales para que el mundo crea en Él, porque Él es todo y en todos, es el principio de todo, el alfa y la omega, Alef y Tav (en hebreo), todas las cosas fueron hechas por medio de Él, por medio de Él y para Él.

En estos días, la comunidad global de creyentes en Jesús se moviliza para recordarle al mundo la veracidad de su testimonio y el plan salvífico del Eterno para la redención del ser humano. Sé tú ahora un instrumento de proclamación, más que un participante de convocatorias. Que el testimonio vivo de Jesús permanezca y se manifieste en tu vida con poder, que toda la gloria sea para Él por los siglos de los siglos

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