Yo, acá, presente
septiembre 22, 2016Tus convicciones
septiembre 22, 2016Poco después, Jesús comenzó un recorrido por las ciudades y aldeas cercanas, predicando y anunciando la Buena Noticia acerca del reino de Dios. Llevó consigo a sus doce discípulos, junto con algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y enfermedades. Entre ellas estaban María Magdalena, de quien él había expulsado siete demonios; Juana, la esposa de Chuza, administrador de Herodes; Susana; y muchas otras que contribuían con sus propios recursos al sostén de Jesús y sus discípulos. (Lucas 8:1-3 NTV)
Me encanta que Lucas incluya en su evangelio el relato sobre estas mujeres que formaron entre ellas un club de inversores Y pusieron todas sus acciones En JESÚS. La mayoría de ellas estuvieron desde el principio y hasta el final. Hasta cuando los discípulos se escondieron y abandonaron ellas estuvieron al pie de la cruz y fueron las primera en ver la tumba vacía.
En el mundo de los mercados y las inversiones hay una máxima que dice no hay inversión 100% segura. Toda inversión tiene sus riesgos. Me parecía bueno recordar al concluir un año y comenzar un nuevo año Que no hay mejor inversión y más segura Que invertir todo lo que tenemos y somos en el reino de Dios.
»No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. (Mateo 6:19-20 NTV)
Las personas que pusieron todos sus ahorros en la bolsa en determinada empresa están todo el día pendientes de su cotización, de la suba o baja de sus acciones. Entran a internet y miran como van sus dividendos. No les importa si el mercado se cae a pedazos mientras sus acciones vayan bien.
Cuando invertimos nuestro tiempo nuestras capacidades y recursos en el reino de Dios nuestro corazón va a estar pendiente ahí. Porque donde está tu tesoro va a estar tu corazón.
Este dato que da Jesús es un dato por el que los invasores inversores matarían por tener. Y es el dato que cuáles son las acciones que este 2016 que viene van a pagar al 30 × 1, 60 × 1 y 100 × 1. Y son las acciones del reino de Dios.
Cuando JESÚS dijo esto, estaba contando la parábola del sembrador.
Si no conocieras a JESÚS pareciera q era granjero y no carpintero. Muchas de sus metáforas eran relacionadas con la agricultura para ilustrar verdades espirituales. Yo creo que es porque la semilla fue una de las mejores ideas y una de las mejores creaciones. Después Dios dijo: «Que de la tierra brote vegetación: toda clase de plantas con semillas y árboles que den frutos con semillas. Estas semillas producirán, a su vez, las mismas clases de plantas y árboles de los que provinieron»; y eso fue lo que sucedió. (Génesis 1:11 NTV).
JESÚS sabía que las semillas llevaban adentro un significado espiritual muy fuerte. Por eso les explico a sus discípulos.
»Este es el significado de la parábola: la semilla es la palabra de Dios. (Lucas 8:11 NTV)
Hay una ley en la Biblia que es ineludible al mismo nivel de la ley de gravedad. Aunque mucha gente quisiera que no se cumpla en sus vidas Es imposible esquivarla y no caer en ella. Y es la ley de la cosecha y la siembra. No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. (Gálatas 6:7 NVI)
Muchas veces queremos obtener resultados diferentes haciendo siempre lo mismo. Y nos olvidamos que lo que cosechamos es lo que previamente sembramos.
Este año nos vamos a encontrar con la oportunidad de sembrar distintas semillas. Pero la mejor y más poderosa semilla dijo JESÚS que es su palabra.
Es una semilla que tiene mucho poder. Isaías lo explica así:
»La lluvia y la nieve descienden de los cielos y quedan en el suelo para regar la tierra. Hacen crecer el grano, y producen semillas para el agricultor y pan para el hambriento. Lo mismo sucede con mi palabra. La envío y siempre produce fruto; logrará todo lo que yo quiero, prosperará en todos los lugares donde yo la envíe y nunca volverá a mi vacía. (Isaías 55:10-11 NTV)
Si este año que empieza podemos tomar una decisión, una resolución o adquirir un buen hábito este es leer la Biblia y vivir la palabra de Dios. Mi Abuela un día me dijo. Un día sin leer la Biblia es un día perdido. Es como decirle a Dios no me importa lo que TENES para decirme hoy. No lo necesito.
Te invito y me invito a que que este año decidamos invertir en un reino eterno. En el Reino de Dios.
»Pero olvida todo eso; no es nada comparado con lo que voy a hacer. Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía. (Isaías 43:18-19 NTV)