Cristiano, no es suficiente.
septiembre 22, 2016¿Cuál es el lugar correcto de la virgen María en nuestra fe?
septiembre 22, 2016Y ya no vivo yo…
Galatas 2.20: He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive
en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me
amó y dio su vida por mí.
Al leer versículos en la Biblia como este, sencillamente nace en mi un dolor muy
profundo en mi corazón imposible de contener. A la verdad, la vida Cristiana no es
fácil, mejor dicho, vivir la vida en Santidad. Por naturaleza pecamos, y el pecado
nos priva del reino de Dios (Romanos 3.23). Día tras día tenemos que tomar
decisiones que agraden a Dios y que estas nos lleven a tener una relación mas
fuerte con él. Mas sin embargo, el pecado esta siempre presente en todo lugar y a
toda ahora. Estamos siempre en la pelea de vivir conforme a la carne o conforme
a el espíritu (espiritualmente hablando). La constante pelea empieza cuando
entendemos el Poder sobrenatural que obtenemos de Dios cuando lo aceptamos
como autor total de nuestras vidas. Empieza cuando entendemos que él nos creo
y no nosotros a nosotros mismos (Salmo 100:3). Esto nos enseña que
dependemos totalmente de él, que Dios no nos escogió a nosotros no
necesariamente porque somos santos, siendo esto imposible. El nos escogió para
santificarnos. Para que nosotros conozcamos su santidad en toda la capacidad
de la Palabra diariamente. Creo que la santidad es lo mas importante que un joven
pueda buscar y pueda tener. Lo difícil no es orar por santidad o pedir santidad,
porque Dios da al que pide, lo difícil viene cuando tenemos que mantener nuestra
santidad delante de él. Eso requiere la mayor atención en nuestras vidas porque
en un abrir y cerrar de ojos podemos tirar todo por la barranca.
Meditando en este versículo, al principio mencionaba el dolor que nacía en mi por
una sola razón: Mi humanidad. Al leer lo que Pablo escribe a los Galatas, me doy
cuenta que ellos habían buscado por mucho tiempo la santidad. Ellos sabían
sobre el mensaje de la cruz y lo que Jesús hizo por ellos, mas sin embargo, les
costaba horrores vivir una vida santa delante de Dios. Pero en este versículo,
Pablo da una cátedra tan grande de como un hombre de Dios tiene que estar
presente delante de él.
1. “He sido crucificado con Cristo” – Pablo ha tenido mucho valor al decir esto. Si
lo refiero a la era moderna, en muchos países en donde es prohibido mencionar el
nombre de Jesús o hablar de la Palabra, hay personas que son asesinadas por
ello. El ser crucificado con Cristo es mas de solo hablar de lo que él hizo o de
conocerlo a él. Esto se trata de una rendición total a los deseos, emociones y,
sentimientos que nosotros tenemos. Así mismo, Jesús fue exhibido delante de
todos en la Cruz del calvario cuando fue crucificado. Nosotros nos exhibimos
delante de muchos en donde llevamos nuestro titulo de “Cristianos” y todos se
dan cuenta quienes somos y hacia donde vamos. El dolor que Cristo sufrió en esa
cruz es mi mayor pensamiento. A decir verdad, nosotros a cierto punto no
estamos dispuestos a sufrir el dolor que Jesús sufrió en esa cruz. Ese dolor
amargo, agonizante antes de morir por nosotros. Esto me dirige hacia el dolor que
mi vida tiene que pasar por vivir una vida santa delante de Dios. El dolor que tengo
que sentir cuando lo fallo a él. El fuerte dolor que tiene que nacer por causa de mi
desobediencia. Este dolor me tiene que dirigir a un encuentro con él en donde
pueda yo postrarme y rendirle mi vida santa a él. Un joven crucificado juntamente
con Cristo es muy diferente a los demás. Es aquel quien conoce el corazón del
Padre.
2. “Y ya no vivo yo” – Vivir para nosotros mismos es lo mas conveniente para
muchos de nosotros. El enfoque total en nosotros mismos es lo que la mayoría de
las personas tiene como meta desde el primer minuto al levantarse. Día tras día
afanados por agradar a los demás, por ser mejor que los demás, por tener mas
que los demás, por siempre superarnos y, vivir para disfrutar la vida de acuerdo a
nuestros propios deseos. ¡Que difícil es no vivir para nosotros mismos! Nos
cuesta un montón rendir nuestros propios sentimientos y emociones.
Primeramente para Cristo y luego para las demás personas. Que difícil es darle a
Jesús el total control de nuestras vidas y no tener demandas delante de él. Que
difícil es dejar que Jesús llene nuestros vacíos y no nosotros llenarnos con cosas
inmundas que nos lleva hacia la muerte. Que difícil es aceptar nuestros errores
delante de los demás. Que difícil es extenderle la mano al caído y necesitado. Que
difícil es decir “ya no vivo yo”. Mas sin embargo (amo esta transición), siendo
nosotros incapaces de cambiar por si mismos Jesús entra en nuestras vidas y
hace todo posible. Es ahí cuando podemos decir, sabes, antes vivía por mi propia
cuenta. O, sabes, antes tomaba mis propias decisiones. Pero ahora ya no. Ahora
hay alguien que me guía hacia ellas. Hay alguien quien gobierna mi vida en su
totalidad y si yo vivo nada soy, pero si el vive, todo lo soy. Así que, el no vivir para
nosotros mismos trae bendición y vida eterna.
3. “Cristo vive en mi” – Recuerdo a Pedro cuando era un pescador. Persona
común y corriente que se levantaba todas las mañanas a buscar el pan de cada
día. Sus padres quizás le habían hablado acerca de un Dios pero no traía gran
significado para el. El solo quería pescar, regresar a casa, ver su show preferido
en la televisión y quizás navegar por el internet al anochecer. El vivía, el decía que
con un rumbo, con una dirección, con una meta en mente, pero en realidad no
existía nada de eso. Pero llego el día indicado. Esos días de los cuales la mayoría
de personas tiene. Unos le llaman encuentro. Otros, ironía. O quizás otros se
atreven a llamarle milagro. Jesús era su nombre. Un hombre hijo de un carpintero.
No muy conocido a la fecha que se encuentra con Pedro. El llega en ese día
indicado a la vida de Simon para ese entonces. Llego el día en el cual el llego a
decir al final del día: conocí al Señor y lo mejor de todo ¡él vive en mi! Hay tantas
cosas que cambian cuando Jesús vive en nosotros. Cambios rotundos en
nuestras vidas. Pensamientos diferentes. O sino preguntale al escritor de este
versículo. Pablo. Al igual que Pedro tuvo un encuentro con Jesús. Le llego el día.
Le llego el milagro.
4. “Lo vivo por la fe en el Hijo de Dios” – El cimiento de nuestra fe proviene del Hijo
de Dios. A diario nos enfrentamos con argumentos constantes en contra de
nuestra creencia en respecto al Hijo de Dios. El cuestionamiento sobre el sacrificio
hecho en la cruz o sobre si en realidad existió un hombre capaz de cargar el
pecado del mundo entero por su propia cuenta. Las preguntas son muchas que
se levantan en contra de nuestra fe. Así mismo nosotros, al igual que Pablo,
entendemos lo importante que es sostenernos del sacrificio hecho por Jesús
hacia nosotros. Es muy importante entender que digan lo que digan o pase lo que
pasa no hay nada que nos pueda separar del amor del Hijo de Dios (Romanos
8:30-32). Vivir confiadamente en la venida de él por su pueblo escogido. Por la
novia. Por la iglesia. La fe en Cristo romperá los limites de nuestro vivir. Todo
empezara a tomar sentido al saber que vivimos para un día estar cara a cara con
Dios. Tenemos la certeza que todo lo que esta escrito y todo lo que el Hijo de Dios
dejo dicho se cumplirá. Llegara el día en que las demás personas que estuvieron
en contra del Hijo de Dios o de aquellos que negaron su existencia o sacrificio
serán condenados hacia el lago de fuego. Ahí estarán también los que no
perseveraron en su caminar con él por lo cual en el camino desmayaron y
cayeron. ¡Pongamos nuestra mirada en él!
5. “Quien me amo” – 1 Juan 4.10 nos dice que fue él quien nos amo primero.
Obtuvimos su amor siendo nosotros inmerecedores por causa de nuestra
maldad. El nos amo de una forma que nadie puede amar. Incondicionalmente. Esta
forma es sobre todas las formas que existen. No importando que tan impíos
éramos, o que tanta maldad existía en nosotros, el tomo forma de hombre y nos
vino a abrazar y demostrar su amor por nosotros. Este amor sobre pasa todo
limite puesto por los hombres. Este amor es imposible que nosotros seamos
capaces de dar, pero tan posible para él darlo. El nos amo, nos ama y, nos
seguirá amando en una forma sobrenatural. Nunca nadie nos podrá mostrar el
amor que el nos muestra. Este amor nos levanta cuando estamos caídos, nos
alienta en los momentos de angustia, nos fortalece en los momentos de debilidad.
Nos corrige en el momento de falsedad. Nos alimenta en los momentos de
hambre. Y nos satisface en los momentos de sequedad. Así es el amor de Dios
hacia con nosotros. ¡El nos ama!
6. “dio su vida por mi” – Finalmente Pablo termina este versículo con algo muy
importante. Jesús no escatimo su propia vida por nosotros. El cambio la historia.
Cambio el rumbo de nuestras vidas. Realizo lo impensable. Lo que nadie se
hubiera imaginado que el creador de este mundo haría para salvar a su pueblo de
su maldad. Dio su vida por nosotros. ¡Gracias Jesús! Tu vida la diste por un
pueblo sin remedio. Por un pueblo muerto, seco, sediento, hambriento y, sin
rumbo. Exhibió la muerte en la cruz del calvario. Demostró su autoridad sobre los
cielos y sobre la tierra. Logro lo imposible, posible. Y creo la fuente de
SALVACION para aquellos que creen en él (Romanos 10:8). El quiere de nosotros
que abracemos la SALVACION. Que entendamos el significado de dar su vida por
nosotros. Que emprendamos nuestras vidas con su sacrificio en mente ya que
esto nos llevara a una vida en Cristo Jesús.
A pesar del dolor, me doy cuenta que encuentro Gracia y Misericordia en medio
de mi dolor. Siendo incapaz de hacerlo solo, de lograr vivir recto delante de él por
mis propias fuerzas él extiende sus manos en rescate a mi vida. El libera mi alma
de la destrucción final. El dolor me lleva a un entendimiento total de lo que Jesús
representa en mi vida. Así que te reto a que hagas de él parte de tu vida. A que
rindas tu vida a quien es capas de ayudarte a salir del bosque tenebroso en el
cual andas caminando. El lo puede hacer. Para él no hay nada imposible. El dolor
lo convierte en gozo. Las caídas las convierte en victoria. Las luchas las convierte
en aprendizaje. Todo lo que hagas si es por él, traerá su recompensa.
Así que adelante, ya no vives tu, Cristo vive en ti.
Luigi Juarez