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enero 8, 2025Dios me ha dado el privilegio de visitar muchísimas iglesias en varios países y esto me ha permitido encontrarme con algunas actividades que han dado mucho fruto para alcanzar y servir a más familias. Aquí hay una lista de 5 que he visto funcionar en iglesias de distintos estilos, tamaños y ciudades que pueden ser muy obvias para algunos, pero inesperadas para otros y aunque alguna vez las hayas hecho, siempre se pueden mejorar.
1. Celebrar los “Super Domingos Familiares”
En los meses que tienen cinco domingos, el quinto domingo puede ser el “Domingo de Adoración Familiar” o los “Super Domingos Familiares” en el que las nuevas generaciones toman un rol protagónico en las reuniones generales. Lo que puede hacerse para que esto suceda es ilimitado y puede incluir un coro de niños, una mini obra de teatro de los adolescentes o que algunos jóvenes compartan mensajes o testimonios cortos. Que los que pasan con los canastos de las ofrendas sean los niños, y que los maestros de ceremonia que dan la bienvenida, los anuncios, piden la ofrenda o presentan al orador sean dos preadolescentes, le dará a la reunión un estímulo renovado.
En esa reunión podemos hacer que todos los niños se sienten al frente y no salgan a clases, sino que se les hable primordialmente a ellos en la reunión general.
Estos domingos especiales han sido muy eficaces para dar a los padres y otros adultos de la iglesia una idea de lo que sucede en el ministerio infantil, en el de adolescentes o en ambos. Esto sirve para aumentar nuestro grupo de voluntarios, ver a las familias involucrarse más en la iglesia y en el hogar, y mostrar el interés en las nuevas generaciones a toda la congregación.
2. Aumentar las Conexiones familiares
Mantenerse en contacto con las familias de forma regular debe ser un objetivo clave de nuestros esfuerzos con las nuevas generaciones. La familia es la primera iglesia de cada niño o preadolescente y que en la semana haya un llamado o al menos un mensaje de texto animando a los padres, puede llegar muy lejos en que los padres tengan presente el impacto positivo que la iglesia genera en sus hijos.
Si cada voluntario que tenemos en el ministerio se encarga de contactar a de 6 a 10 familias al menos una vez por mes, tendremos un aumento de familias conectadas con los esfuerzos de la iglesia. La forma en que lo hagan depende de los voluntarios: pueden hacer un llamado, hacer una visita o al menos enviar un correo electrónico personalizado. Siempre queremos que las familias sepan que son importantes para nosotros, que cuentan con amigos en la congregación y que nuestra iglesia está pendiente de sus hijos.
3. Experiencias familiares imperdibles
Cuando hablas con las familias hoy en día, todas describen sus vidas como muy ocupadas, por lo que crear experiencias para ellos debe hacerse considerando no agregarles cargas ni exagerar el número de actividades. “Menos actividades mejores es mejor que muchas actividades mediocres”, pero las actividades especiales deben existir para comunicar que tenemos ese tipo de esfuerzos.
Dos actividades grandes que pueden darse aprovechando fechas importantes como comienzo de clases o graduaciones o navidad y otras dos actividades simples alternadas cada 3 meses pueden completar un calendario de eventos memorables para la familia.
A las familias les encantan las actividades bien organizadas y están listas para invitar a sus amigos si creen que se van a lucir sus hijos.
4. Cenas “citas” especiales
Una cena especial para padres e hijas o madres e hijos puede ayudar un montón en la comunicación. Claro que también pueden ser padre e hijos y madres e hijas o incluso es buena idea hacer algo con abuelos y nietos. El punto es facilitar diálogos y buenas memorias entre las distintas generaciones. El costo de hacer una buena cena y ambientarla no tiene por qué ser excesivo y todos los padres querrán con gusto cooperar pagando la comida o la entrada y los hijos ayudar con la invitación y el programa.
5. Conversatorio parental
Aunque esta es una buena oportunidad para que los padres se enteren de lo que nuestros ministerios se proponen, de lo que vamos a enseñar o de la agenda de eventos especiales, no se debe tratar solo de una reunión “informativa” para los padres ni una ocasión para que ellos “aireen quejas”, por lo tanto, tenemos que planearla bien.
La idea es conversar con los padres acerca de lo que les preocupa de sus hijos, qué sugerencias tienen apara el ministerio y que puedan escuchar nuestros corazones y no solo nuestros planes. Por esa razón sería muy importante en este caso que preparemos bien el ambiente. Galletas, y café o refrescos, algún cartel de estímulo a los padres y una oración inicial de agradecimiento por la oportunidad de hacer equipo entre padres y lideres es fundamental.
La ocasión servirá para:
- Ganar confianza entre unos y otros
- Escuchar ideas
- Conseguir apoyo mutuo (Padres con líderes y maestros, y viceversa)
- Contarles acerca de eventos especiales con anticipación
- Reclutar a los mejores padres
Al decir “mejores padres” me refiero a aquellos a que tienen un buen testimonio probado y que pueden ayudarnos a darles confianza a otros padres menos conocidos de la iglesia, transmitiendo que vale la pena que sus hijos participen de nuestros ministerios y que hagan de transporte, cocineros o guardias para las actividades especiales.
Necesitamos a los padres apoyando nuestros ministerios de nuevas generaciones, dado que algunos de ellos no solo tienen el deseo de apoyarnos sino el tiempo y los recursos para hacerlo.
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Lucas Leys
Es el fundador de e625.com y tiene más de 25 años de experiencia en el discipulado de nuevas generaciones habiendo trabajado en distintos países, estilos de iglesia y circunstancias. Lucas es autor de más de 20 libros y es considerado una de las principales fuerzas de cambio en la pastoral de nuevas generaciones en el mundo.