A la imagen de Dios

A la imagen de Dios

“Ya se pusieron una ropa nueva, que es la nueva vida que se renueva todo el tiempo hasta que llegue a parecerse a su Creador.” Colosenses 3:10

Las estructuras de pensamiento y los patrones mal aprendidos de nuestro entorno generan una distorsión de la imagen de Dios en nosotros. Como resultado de esta distorsión no nos vemos como realmente somos (creados a imagen de Dios) sino como aprendimos en nuestro entorno, principalmente en nuestra familia. Debido a esto, nuestras decisiones son afectadas negativamente, entonces decidimos por temor, por miedo a estar solos, por desespero o por una necesidad de aprobación, por ejemplo, si en tu casa viste malos tratos, quizá inconscientemente consideres que ese es el deber ser, o si tuviste una mamá dependiente emocionalmente de tu papá o un papá ausente (emocional o físicamente), pensarás que esa es la manera de tener una relación.

Estos patrones mal aprendidos determinan a quién dejas entrar a tu vida y qué tipo de cosas les permites, porque nuestras decisiones siguen a nuestros pensamientos. Colosenses 3:10 dice que la imagen de Dios en ti se va renovando a medida que conoces y te pareces más a Él, esto quiere decir que es necesario pasar tiempo con Dios para conocerlo más, y como fuiste hecho a su imagen, entonces terminarás por conocerte a ti mismo. El punto de partida para que nuestras decisiones sean conforme a nuestra naturaleza (la de Dios), es pasar tiempo de calidad con el Espíritu Santo.

Este proceso de autodescubrimiento es similar a cuando desempacas un regalo, estás muy emocionado por ver el contenido, pero para lograrlo, deberás romper el papel regalo hasta que por fin encuentras el tesoro. El proceso del descubrimiento de la imagen de Dios en ti es un proceso doloroso (de rompimiento), pero vale mucho la pena porque poco a poco te irás reconociendo como verdaderamente eres, de acuerdo a los lineamientos de tu creador, y no conforme a lo que tus circunstancias pasadas quisieron hacerte creer que eras. Esto permitirá que en el futuro tomes mejores decisiones.

Frase clave: Conocer a Dios te permitirá conocerte a ti mismo.

Consejos prácticos

Saca diariamente un espacio para orar, sé sincero con Dios con respecto a tus sentimientos, dile cómo te sientes por más absurdo que pueda sonar. En el Salmo 51:6 David dijo “Tú amas la verdad en lo íntimo, y me enseñas a ser sabio en lo más profundo de mí ser”, Dios honrará tu sinceridad.
Lee la Biblia diariamente para que tu cerebro se vaya llenando con la verdad de Dios y desplace las mentiras mal aprendidas.

Este artículo fue extraído del libro “Lo que aprendi del desamor” de Isabel C. Ocampo

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