
¿Por qué? La gran pregunta cuando atravesamos un tiempo de dolor
octubre 24, 2025Como sanar cuando te hiere la iglesia
Por Lucas Leys
La idea de que la iglesia debe estar libre de gente imperfecta es un mito peligroso que contradice la enseñanza bíblica sobre la naturaleza humana. Romanos 3:23 es el versículo más conocido acerca de nuestra naturaleza; pero todos los creyentes y sobre todos los lideres, deberíamos tener bien presente lo que dice ese capítulo completo y los siguientes cinco capítulos hasta el 8 para desarrollar una antropología (una idea del ser humano) bíblica correcta. Claro, aun entendiendo eso, es normal sentirse herido, decepcionado o desilusionado por los errores de líderes o miembros y ante el dolor causado por quienes dicen seguir a Jesús, la pregunta que debemos hacernos es: ¿Cómo sanamos y qué lugar debe ocupar la iglesia en nuestra vida a pesar de esas imperfecciones?
- La Primera Regla: Honestidad Radical
Negar, minimizar o, peor aún, barrer la basura bajo la alfombra no deben ser parte de ningún manual. No podemos maquillar el terrible daño que dejan los pecados, ni en tu vida ni en la de otros y tienes todo el derecho de oponerte a lo que está mal. A lo que no encaja con el estándar de vida santa que Dios nos da en la Escritura. Y si hablamos de líderes, ¡el estándar es aún más alto! (Santiago 3:1). Reconocer la herida es el primer paso para sanar, pero todos debemos tener bien en claro que el pecado de otros nunca justificará los nuestros.
- El Plan de Ataque: Bíblico y Estratégico
Al experimentar el dolor y notar que hay más que acciones o palabras sueltas (todos debemos dejar un margen para que alguien diga o haga alguna tontería sin demasiada conciencia) debemos seguir la recomendación en cuanto a las ofensas y pecados que nos dejó el mismísimo Jesús.
- Paso 1: Ve y habla directamente con quien te lastimó. Uno a uno.
- Paso 2: Si eso no funciona, lleva a una o dos personas de tu confianza.
- Paso 3: Si todo lo demás falla, lleva el tema a la iglesia (Mateo 18:15-17).
Ahora, sé honesto. Si lo primero que quieres hacer es contárselo a todo el mundo (en persona, en grupos de WhatsApp, o en redes sociales) para armar un chisme y alimentar el resentimiento, en lugar de buscar la reconciliación, tienes que hacer un check-up espiritual. ¿Estás siguiendo el manual de usuario de Jesús? A veces, hablar con un buen mentor antes de confrontar te da la cabeza fría y el enfoque correcto.
- El Centro de Todo: El Evangelio
El Evangelio es la verdad que nos aterriza: todos somos pecadores monumentales, pero la gracia de Dios nos ofrece perdón si creemos en Él (Juan 3:16) y esta verdad te recuerda dos puntos clave:
- Estás llamado a perdonar a tus hermanos.
- Tú también has fallado (y lo harás).
¿Recuerdas a Pedro preguntando cuántas veces debía perdonar? Jesús le dijo setenta veces siete (Mateo 18:21-22). El punto es este: no hay límite para el perdón que debemos dar, porque ¡no hay límite para el perdón que hemos recibido en Cristo! Ojo, perdonar no significa que la relación deba ser exactamente igual que antes. A veces hay que reconstruir la confianza poco a poco, o mantener una distancia sana. Pero lo que la Biblia sí te pide es que deseches la amargura, el enojo y la malicia (Efesios 4:31) y perdones como Dios te perdonó (Colosenses 3:13). Al final del día, puedes denunciar el pecado de otros (incluidos los de la iglesia), pero siempre con humildad, reconociendo tus propias fallas y volviendo a Jesús, el único que es perfecto y que jamás te va a traicionar, engañar o herir.
- Huyamos de las generalizaciones baratas
Si todo este dolor te hace dudar del cristianismo o de la iglesia, tienes que hacer una distinción fundamental: separa a los cristianos imperfectos del único Cristo perfecto. Quizás te hirieron personas que dicen ser cristianas, pero que en realidad no siguen a Jesús. O tal vez fueron creyentes genuinos que, como tú, luchan a diario contra su propia naturaleza y dependen de la gracia de Dios. Pero lo que es una certeza es que Cristo no te hirió ni conoces a a todos los cristianos del planeta. Es verdad que a lo largo de la historia se han cometido barbaridades en nombre de la fe. Pero no permitas que eso desacredite el cristianismo. Grandes errores también se cometen en nombre de todas las demás religiones, filosofías (incluido el ateísmo) y hasta la ciencia. Todos fallamos en alcanzar nuestros propios ideales. El error de un seguidor defectuoso no anula la credibilidad o la bondad de su líder. Solo en el cristianismo tienes un Líder Perfecto que ya se hizo cargo de todo el pecado (el tuyo y el del que te hirió) con gracia y verdad (Juan 1:14).
- El Siguiente Paso: Comprométete con la Iglesia de Dios
A pesar de sus fallas, Dios ama y está comprometido con Su iglesia como un novio fiel con su novia. La iglesia sigue siendo la embajada del cielo en la tierra y si Dios la soñó es porque todos la necesitamos. Y Él prometió que nada —ni siquiera las puertas del infierno— prevalecerá contra ella (Mateo 16:18). La iglesia te hirió, sí, pero también es el lugar donde Dios te ofrece sanidad —es el Cuerpo de Cristo en la tierra (1 Corintios 12:27). Al reconocer el dolor, afrontarlo con la Biblia, recordar el Evangelio y aclarar tus dudas, puedes renovar tu compromiso con la iglesia como miembro de la familia de Dios (Efesios 2:19). Con todas sus grietas y defectos, la iglesia sigue construida sobre la piedra angular que es Jesús. En Él, estamos siendo unidos para ser una morada de Dios por el Espíritu (Efesios 2:20-22) y si en un lugar hay reacciones toxicas y gente que descaradamente no vive lo que predica, cambia de lugar y congrégate con otros cristianos que te ayuden a crecer. Al fin al cabo, si alguien te manipuló porque no conocías bien la verdad de Dios, bueno, estudia su palabra y serás libre de ese tipo de personas.





