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diciembre 16, 2023Una de las ironías de la crianza de nuestros hijos es que tenemos que darles a ellos la libertad de fallar para que crezcan. Si sobre protegemos a nuestros adolescentes, nuestras acciones les estarán gritando que no creemos que puedan tener éxito por ellos mismos. Debemos pasar por el proceso de liberar el control sobre nuestros adolescentes para que puedan avanzar hacia la responsabilidad. Una persona que nunca aprende a asumir la plena responsabilidad de su propia vida y sus acciones nunca tendrá la oportunidad de desarrollar un carácter saludable, y de sentirse completamente vivo y feliz.
Foster Cline, en su excelente libro, “Parenting Teens with Love and Logic” (Criando adolescentes con amor y lógica), ofrece cuatro pasos para enseñar a tus hijos adolescentes a ser responsables.
Paso 1: Dale responsabilidad a tu adolescente.
Paso 2: Confía en que tu hijo lo llevará a cabo.
Paso 3: Cuando lo arruine, da un paso atrás y permite que ocurran las consecuencias mientras expresas empatía.
Paso 4: Da vuelta la página y dale la misma responsabilidad de nuevo porque eso envía un poderoso mensaje implícito: “Eres tan inteligente que puedes aprender. La gente aprende de sus errores y tú no eres diferente”.
Cuanta más empatía puedan ofrecer los padres por los errores de sus hijos, mejor. Parte de enseñar responsabilidad y carácter es justamente hacer responsables a tus hijos por sus acciones. Por eso es importante expresar tus expectativas. Cuantas menos sorpresas, mejor. Una vez más, recuerda que, a menudo, las lecciones más valiosas de la vida provienen de las consecuencias de cometer un error. Deja que la realidad sea la maestra.
Expectativas y acuerdo familiar
En algunas familias, puede pasar que un adolescente viva con expectativas y consecuencias claras, pero igual siga eligiendo un camino poco saludable de rebeldía y mal comportamiento. Si la disciplina sana y constante no funciona, es hora de trabajar juntos en algo así como un acuerdo familiar.
Un acuerdo familiar implica escribir un plan con expectativas y consecuencias para el comportamiento. Siempre es mejor crear el acuerdo junto con tu adolescente y nunca en el fragor de alguna batalla.
Al elaborar un acuerdo, es importante mantenerlo lo más simple posible. Aquí hay un esquema simple que puedes seguir en el caso de que lo encuentres útil:
Asunto
Expectativas
Responsabilidad
Consecuencias positivas
Consecuencias negativas
Estas cinco preguntas (y ejemplos de respuestas) seguramente pueden ayudarte:
¿Cuál es el problema? (Falta de disciplina con la tarea escolar).
¿Qué sería una expectativa razonable? (Completar la tarea a tiempo).
¿Cómo podemos ayudarte a ser responsable? (Comprobación diaria de la tarea con uno de los padres a la hora acordada).
¿Cuáles son las recompensas por un trabajo bien hecho? (una sensación de logro alcanzado, sentirse bien uno mismo, preparación para la universidad y si está en las posibilidades, tal vez comprar algo de ropa nueva o celebrar con la familia asistiendo a ver su deporte favorito).
¿Cuáles son las consecuencias si no se cumplen las expectativas? (malas calificaciones, complicaciones para empezar la universidad, así como consecuencias inmediatas, prácticas y lógicas, como el no uso de redes sociales hasta que termine la tarea, o permisos suspendidos a diferentes actividades o prácticas deportivas).
Los padres a veces necesitamos un acuerdo familiar. La crianza basada en la vergüenza y el castigo humillante nunca funcionan a largo plazo. Sermonear, criticar y gritar nunca son motivadores efectivos; cerrarán el espíritu de tu hijo hacia ti. Sin embargo, con un acuerdo en el que ambas partes podamos comprometernos, los adolescentes aprenden mejor a disciplinarse y a ser más responsables.
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