Saca fotocopias del mini-drama y pide 4 voluntarios que tengan algo de actores, y un narrador, y reparte los papeles a representar.
Participantes:
Narrador
Pablo, (protagonista)
Andrea, (miedosa y negativa)
Martín, (envidioso y aguafiestas)
Carolina, (entusiasta y positiva)
Narrador: A Pablo le ofrecieron una beca de una Universidad de otra ciudad para ir a estudiar cuando termine la secundaria. Un título de esa universidad sería mucho mejor que cualquier otro en su propia ciudad, además ¡era una beca de estudios!. El problema de Pablo es que los padres no están seguros que puedan cubrir los costos de hospedaje, comida y transporte. Pablo podría trabajar, pero su beca depende de las calificaciones, y si tiene que trabajar para pagar el resto de los gastos, no podrá dedicar tanto tiempo a estudiar.
Por otro lado, si no acepta la beca, quizás nunca más se presente la oportunidad de ir. Pero si va y no funciona quizás pierda el ingreso que ya obtuvo en la universidad de su país y el trabajo que ya tiene. Por eso Pablo hoy está entre contento pero confundido y buscará a sus amigos para pedirles su opinión.
Pablo: (habiéndole contado ya todo a su hermana). Toda esta situación me tiene un poco confuso, ¿Qué crees que deba hacer?
Andrea: ¡Ay! No se… (Mordiéndose las uñas), por un lado me parece una gran oportunidad, pero por el otro qué hacemos si te va mal. Por lo menos acá tienes algo seguro…además, todos los gastos que vas a tener… Pero no, tendrías que ir, aunque, ay, no sé, ¡no me preguntes a mi!,… no vez que no puedo ni siquiera decidirme en qué ponerme para ir a dormir.
Narrador: ¡¿eh?! Más confuso aún, Pablo, se queda con la boca abierta mirando cómo la hermana se aleja mientras sigue meneando la cabeza de lado a lado, y comiéndose las uñas.
Al ir a la escuela Pablo se encuentra con su amigo (sacándose mocos), y aprovecha que llegaron temprano para contarle la situación
Pablo: ¿Qué piensas, qué debería hacer?
Martín: Bueno, la verdad es que ni siquiera conoces cómo es la escuela. Solo de nombre y que una u otra vez apareció en el diario. Tampoco conoces la ciudad, si es que hay tantos alumnos taaaan inteligentes, debe ser que no se consigue trabajo muy fácil, y si no trabajas no puedes pagar la renta de la casa y la comida. Y tampoco sabes qué tan difícil sea la carrera que te proponen. ¿Si es muy difícil?, ¿Si ni siquiera pasas la primera materia? ¿Qué haces? Te quemaste para siempre, nadie va a admitirte en ningún lado. Yo que tu, no iría, suena tentador, pero el diablo se disfraza de oveja algunas veces…
Narrador: Pablo ya no sabía que pensar…por supuesto estaba perdiendo las esperanzas. Todo estaba tornándose negro, y hasta su propia mente lo estaba traicionando. Ahora pensaba mientras camina en círculos cerrados.
Pablo: Tienen razón, para que voy a jugármela, ir y después perder todo. Creo que mejor que quedo en casa, ayudo a mis padres con el poco dinero que gano y quizás pueda estudiar cerca, ahorrar dinero…
(Mientras Pablo seguía dando vueltas alrededor de su eje, apareció la hermosa y sonriente Carolina…A Pablo se le paralizó el corazón y cayó al piso como bolsa de papas)
Pablo: Caro, ¡qué bueno verte!
(Carolina que venía saltando en una pierna, se inclina hacia adelante para mirar a Pablo más de cerca).
Carolina: Me contó tu hermana de la fabulosa oportunidad que tienes de ir a esa universidad que tanto deseabas. Estoy feliz por ti. Vas a llegar a ser todo lo que quieras ser y lograrás alcanzar lo que siempre soñaste. ¡Tienes que aprovechar! No todos tenemos este tipo de oportunidades. Te están abriendo las puertas a ser todo lo que siempre dijiste que harías.