Los síntomas previos a la caída
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octubre 3, 2019Cuando era adolescente estaba loco por servir y entregarle mi vida a Dios, pero no sabía ni tenía claro si Él me había llamado o incluso si Él podía estar interesado en una persona como yo.
Siempre escuchaba a predicadores contar historias de cómo Dios los había llamado a través de sucesos sobrenaturales casi o más impactantes que el llamado de Saulo camino a Damasco. Oír todo eso era frustrante para mí ya que había nacido en una iglesia pequeña, con pocas expectativas, donde todo era siempre igual, y peor aún ¡sin ninguna posibilidad de recibir la visita de algún predicador ilustre que me hiciera pasar al altar ante cientos de personas para confirmar mi llamado! O al menos así llegué a pensar; que Dios llamaba a aquellos para los que tenía preparado un llamado importante.
Sumado a toda mi concepción acerca del llamado, al recorrer las historias relatadas en la Biblia me encontraba con hombres que escucharon literalmente la voz de Dios llamándolos, como Moisés, Abraham, Noé y tantos otros. Hasta que me encontré con la historia de Nehemías, y leyendo otros libros respecto al llamado aprendí que no siempre Dios llama a los que va a usar de manera espectacular, sino que también existe lo que he llamado «El llamado silencioso de Dios».
¿Cómo saber si Dios me llamó al ministerio con los jóvenes?
El llamado silencioso comienza con personas que sienten una carga por comenzar un ministerio en sus congregaciones, pero se enfrentan con muchas preguntas respecto a su llamado y también con muchos mitos que existen acerca de este tema.
Algunos Mitos acerca del llamado
- Tiene que aparecerse un ángel y decirte que Dios te escogió.
- Un predicador famoso tiene que llamarte al altar y decirte con detalles que «Tú eres el hombre o la mujer».
- Tienes que ser una persona perfecta.
- Debes haber cursado el instituto bíblico, pertenecer a una mega iglesia, sacar una maestría en teología y luego ir a Estados Unidos a hacer un doctorado.
Estos y muchos otros mitos más, son los que atormentan a cientos de potenciales líderes en los que Dios ha puesto una carga en sus corazones por la juventud, y que se han quedado sin actuar por causa de estos mitos o de sus propios cuestionamientos, que también los encontramos en aquellos grandes personajes bíblicos que Dios en su momento llamó.
¿Te acuerdas de Moisés? Dios lo llamó para trabajar en su obra pero él afligido y dudando de su llamado le planteó a Dios las siguientes excusas:
- ¿Quién soy yo para ir ante Faraón y sacar de Egipto a los hijos de Israel? Éxodo 3:11
- ¿Y en nombre de quién iré? Éxodo 3:13
- La gente no creerá que Dios me llamó. Éxodo 4:1
- Soy torpe para hablar. Éxodo 4:10
- Envía a otra persona. Éxodo 4:13
Nehemías… un llamado silencioso
Quizás tú pienses que justamente todos los hombres de Dios tuvieron llamados espectaculares, pero fíjate en la historia de uno que jamás escuchó la voz audible del Señor, ni tuvo una visión extraordinaria con caballos voladores, dragones, luces destellantes o cosas por el estilo. El llamado de Nehemías fue sumamente silencioso y como el suyo, la mayoría de los grandes liderazgos surgen así. Estos fueron los pasos del llamado silencioso de Nehemías:
Sintió una carga por una situación crítica (su país). Nehemías 1:2-4.
- Oró a Dios. Nehemías 1:4-11
- Planificó. Nehemías 2:5-8.
- Actuó. 2:9
Tal vez tú no has tenido un llamado sobrenatural que te diga que debes trabajar en la pastoral de jóvenes y eso te hace dudar de tu llamado, pero:
- ¿Sientes la carga y la necesidad de ayudar a los jóvenes? Si la respuesta es sí, es muy probable que Dios, así como a Nehemías te esté llamando a trabajar en el ministerio juvenil.
- Si sientes esa carga que te inquieta sobremanera, comienza a orar y a presentar esa carga a Dios en oración como lo hizo Nehemías.
- Si llevas tiempo orando ya por esa carga, comienza con la planificación y quizás la primera etapa de tu estrategia sea ver cómo prepararte para el ministerio.
- Y en último lugar actúa, no te quedes sólo en oración, ni tampoco sólo en planificación, ha llegado el momento de «actuar».
Los requisitos más importantes para ser un líder de jóvenes:
- Amar a Dios.
- Amar a los jóvenes.
- Humildad para estar en constante aprendizaje.
No sientas temor y esfuérzate para llevar a cabo el ministerio al cual Dios te está llamado. Deja de esperar experiencias sobrenaturales porque probablemente, así como ocurrió y sigue ocurriendo con tantos otros miles, en tu caso el Señor no las haya planeado para convocarte a su misión. Tus dones, lo que puedes llegar a lograr para el Reino y la profundidad de tu espiritualidad, no dependen de lo espectacular de tu llamado. Dios quiere utilizarte para bendecir a otros. Él tiene grandes y hermosos planes para ti. Te animo a que te embarques en la fascinante aventura de descubrirlos.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]