Consejo de amigos
septiembre 22, 2016Testificando
septiembre 22, 2016Personajes
Mamá (que actúe un adulto en este papel)
Papá (Adulto)
El niño (joven)
Hermana grande (Joven)
Locutor y árbitro
Utileria
4 cuerdas unidas como las de los bancos que marcan las líneas.
2 Sillas
Una Campana grande
Dos pares de guantes de boxeo
Las cuerdas puestas del lado derecho o izquierdo. Dos sillas frente al público al centro del escenario. Papá leyendo el periódico sentado en una silla, los pies sobre la otra silla. El Niño entra.
Las cuerdas puestas del lado derecho o izquierdo. Dos sillas frente al público al centro del escenario. Papá leyendo el periódico sentado en una silla, los pies sobre la otra silla. El Niño entra.
NIÑO: Papá me voy de aquí.
PAPA: ¿A dónde vas?
NIÑO: Solo afuera
PAPA: Bueno, ¿dónde afuera?
NIÑO: No sé, aquí cerca
PAPA: Esto no va a ser lo de siempre ¿verdad?
NIÑO: Parece que si papá.
(Conforme el locutor está hablando, se acomodan las cuerdas para hacer un rin de box. Las sillas se mueven a la parte de atrás; Papá y el Niño toman sus lugares ahí. Junto al Niño está parada la Hermana Grande; junto al Papá se encuentra la Mamá. Los cuatro están ocupados poniéndose los guantes en el Papá y en el Niño).
LOCUTOR: ¡Damas y caballeros! El evento principal de esta noche… la revancha del enfrentamiento de generaciones (señalando mientras sigue hablando) En esta esquina, pesando una llanta de refacción sobre su peso ideal, sobre trabajado y no apreciado: Papá. Y en esta otra esquina, equipado con licencia de conducir, novia y las respuestas correctas: El Niño. En la esquina del Papá estará su compañera de toda la vida, Mamá. Y en la esquina del Niño será la campeona anterior, Hermana Mayor. Las reglas son… Uno: No valen los golpes bajos. Dos: Papá, no vale llamar a Mamá al rin para pedir ayuda. Tres: Niño, no valen las comparaciones con tu hermana. Ahora, a sus esquinas y cuando escuchen la campana, salgan a pelear.
(Suena la campana. Papá y el Niño se ponen su guantes de box y caminan al centro del rin, rodeándose el uno al otro, con los guantes arriba amenazándose ocasionalmente)
PAPA: ¿A dónde vas?
NIÑO: Afuera
PAPA: ¿A dónde?
NIÑO: Afuera
PAPA: ¿A dónde?
NIÑO: Afuera
LOCUTOR: Bueno, descanso
PAPA: ¿Qué estarás haciendo?
NIÑO: Nada
PAPA: Nada es el tipo de actividad que termina en la estación de policía.
NIÑO: Papá, ya sabes que no hay nada que hacer en este pueblo. Probablemente compremos una pizza y rentemos una película.
PAPA: ¿Qué película rentarán?
NIÑO: No sé, vamos a ver cuál.
PAPA: Simplemente no quiero que estés viendo basura
NIÑO: Está bien, probablemente rentemos La Sirenita
PAPA: ¿Con quién vas a estar?
NIÑO: Ya sabes, Juan, José, Carlos
PAPA: ¿Juan qué? ¿José qué? ¿Carlos qué? ¿Conozco a estos tipos?
NIÑO: Si papá. Los conociste cuando me metiste a los Scouts
PAPA: Bueno, ¿cómo los voy a recordar si eso fue hace mucho? ¿Conozco a sus padres?
NIÑO: Estaban en el último partido de fútbol. Creo que los viste ahí.
PAPA: No recuerdo. Bueno, ¿a casa de quién vas?
NIÑO: Probablemente a la casa de José
PAPA: ¿Van a estar sus papás en casa?
NIÑO: Yo no sé
PAPA: Tu sabes que terminamos el cuarto de juegos para que podamos invitar a gente. ¿Por qué no vienen todos a la casa?
NIÑO: Porque ustedes siempre están aquí.
PAPA: Bueno, ¿qué dijo ti mamá de todo esto?
NIÑO: Ella dijo que por ella no había problema si contigo no había problema.
(Suena la campana. Papá y el Niño regresan a sus esquinas. )
MAMA: (Al Papá) Recuerda hacerle más preguntas. ¿A qué hora regresará a casa? ¿Ya hizo su tarea? ¿Qué hay de limpiar su cuarto? Sigue haciendo preguntas, y trata de ser justo.
HERMANA; (Al Niño) Hiciste un buen trabajo. Bailaste alrededor de esas preguntas muy bien. Solo recuerda de contestar vagamente. Cuando te pregunte que a qué hora regresarás a casa, probablemente insistirá en que seas específico así que tira a la una en punto y negocia la media noche. Simplemente trata de salirte lo más pronto posible.
(Suena la campana; Papá y el Niño regresan al rin como antes)
NIÑO: Papá, ya me tengo que ir
PAPA: Permíteme un momento. Tengo que hacerte más preguntas. ¿A qué hora regresarás?
NIÑO: Cuando termine la película, quizás muy tarde.
PAPA: ¿Qué es tarde?
NIÑO: No sé, quizás a la una en punto.
PAPA: ¡Una en punto! Eso es muy tarde. Tienes que estar en casa a las 10:30
NIÑO: ¡10:30! Ninguno de mis amigos tienen que estar en sus casas a las 10:30.
PAPA: Bueno, si todos tus amigos se echaran al precipicio, ¿los seguirías?
NIÑO: (Volteando los ojos para arriba) No eso de nuevo.
PAPA: Quiero ser justo. Veamos. ¿Hasta las 11:00?
NIÑO: Pero tengo que llevar a Lucía a casa. Y no tiene que estar en su casa sino hasta las 11:45.
PAPA: Está bien, puedes llegar a las 11:45 también.
NIÑO: Pero tengo que llevarla a casa y después de eso venir a mi casa.
PAPA: Está bien… puedes llegar a casa a la media noche.
NIÑO: Está bien papá.
PAPA: Ahora bien, ¿ya hiciste la tarea?
NIÑO: Papá, es viernes
PAPA: No hay ninguna ley en contra de estudiar en viernes. Marco el vecino estudia los viernes en la noche.
NIÑO: Marco es un bobo.
PAPA: Pero Marco fue aceptado en la Universidad de Harvard
NIÑO: Yo me meteré a alguna papá.
PAPA: Bueno, ¿está limpio tu cuarto?
NIÑO: Lo limpiaré mañana. Tendré todo el día para hacerlo. (Suena la campana. Papá y el Niño se van a sus esquinas.
HERMANA: (AL Niño) Recuerda pedir dinero para la gasolina antes de irte—y lo que hagas, no te metas en una discusión sobre conseguir un trabajo.
PAPA: (A la Mamá) ¿Por qué siempre discutimos así?
MAMA: (Al Papá) Yo creo que es que vemos tanto potencial en él y queremos lo mejor para él. Por cierto, le acabo de dar $20.00 esta mañana así que no debe necesitar dinero.
(Suena la campana y Papá y el Niño entran al rin una vez más)
NIÑO: Me tengo que ir papá. Ah y necesito $20.00.
PAPA: Tu mamá te acaba de dar $20.00.
NIÑO: Tuve que comer
PAPA: ¿Por qué nunca comes en la casa? Tenemos suficiente—
NIÑO: (Interrumpiendo) Pero el carro necesita gasolina, así que necesito algo de dinero.
PAPA: ¿Por qué no usas el dinero que te damos para la gasolina?
NIÑO: Ya me lo terminé
PAPA: ¿A dónde se fue?
NIÑO: Tuve que comer
PAPA: Si tuvieras un trabajo, no estarías pidiéndome dinero todo el tiempo. He notado que hay un anuncio de: “Se Necesita Ayuda” en la tienda de helados a penas—
NIÑO: (Interrumpiendo) Me tengo que ir papá. Mis amigos me están esperando. Regreso a la una en punto. (Sale pasando a su hermana—le da una señal de victoria mientras sale)
PAPA: ¡Regresa a media noche!
FIN