Gloria y frustración en el protagonismo de la adolescencia
septiembre 22, 2016Cultura, adolescencia y posmodernidad
septiembre 22, 2016Cuando hablamos de comunicaciones se nos arremolinan una serie de imágenes diversas. A muchos se les puede cruzar una antena parabólica gigante como la que hay en la Universidad donde estudié, por mucho tiempo conocida por la “Facultad de la antenita”. A otros, quizás la imaginación lo dispare hacia un teléfono, o hacia los medios masivos de comunicación como la radio, los diarios, la TV… y hoy dirán también Internet. También habrán quienes imaginen una caricatura vieja de dos cavernícolas tratando de comunicarse por medio de golpes de garrote ¿te acuerdas? ¡El tío Cosa! (no me digas que es antiguo, porque me pongo a llorar!!!). Lo cierto es que comunicarse con otra persona es vital en toda relación humana. Y por tanto el hombre inventó diversas formas de hacerse entender.
Ya te mencioné Internet, que entre los comunicadores tradicionales no es considerado un medio masivo de comunicación sino algo intermedio, algo que tiene forma propia, vida propia y que muta, cambia constantemente. Para vos, quizás esa mutación no es perceptible, pero para los que tenemos algunos añitos más se nos hace muy notoria. No te cuento que tan notorio si de tus padres se trata. Pero dejemos la discusión de Dinosaurios y naveguemos por la web en esta página de papel.
¿Qué hay de bueno en la web?
La primera vez que entras en Internet es tanto lo que querés ver y buscar que sólo te acordás de las páginas de tu banda de rock preferida o la de tu programa favorito de televisión. Entonces empezas como desesperado a buscar un buscador que te guíe y al fin llegas a la página de Marcos Witt, y decís “de acá va a fluir un río de agua viva”. Pero como te gusta la música y este sitio ofrece algunas canciones en MP3 (formato digital de música) te bajas las que están y después averiguas como poder bajar otras de otros ministros de alabanza, luego los de los grupos de adoración, y los grupos cristianos de rock, de rap, de reggae, de blues o lo que te guste. En esa desesperada carrera por bajar música, se te cruza que sería lindo encontrar mensajes cristianos de contenido bíblico para pibes piolas como vos, o para chicas comprometidas como vos. Buscando, buscando te topás con la página de Certeza Joven, que además de estudios copados, de material para usar en tus reuniones, hay más música, hay un comic y hay la posibilidad de integrar listas de correos temáticos (los famosos mailing list). Y te copás, inscribís tu dirección de correo y al cabo de un tiempito comienzan a llegarte correos de otros chicos de distintos puntos del país, o del continente o del MUNDO!!! Con quienes interactúas.
Hasta acá el cuentito es muy lindo, Internet sirve, entretiene, y enseña. Pero ¿a dónde te lleva navegar por el web? Cuando pasas mucho tiempo conectado, y esto lo digo por experiencia propia, parece que tu única manera de comunicarte con el otro es a través del chat, del correo electrónico, del ICQ, de la conferencia de video, etc. Y acá comienza una falencia en nuestra comunicación personal con los demás y hasta con Dios. ¿te imaginás mandarle una oración por mail a Dios? (si esto no se lo escuché al pastor Dante Gebel, pega en el palo) … y Dios recibe en su súper poderosa Pentium 10 de 100 gigas de velocidad (porque obviamente en el cielo no van a tener un Pentium 4 de 2 gigas!!!) la oración de pedido por el examen de hoy, y dice “lo siento mucho, se me colgó el servidor y no pude leer a tiempo tu mensaje”. ¡Ridículo! ¡Un absurdo total!…
¿Qué peligros existen?
Lo primero que quiero decirte acerca de Internet es que es un medio engañoso como lo es el corazón del hombre. El corazón de Internet no es otra cosa que un conjunto de máquinas interconectadas que generan un campo electromagnético por donde fluyen “bits”, que son unos cositos definidos por ceros y unos, que codifican y decodifican toda la información que existe en la gran red de redes. No te creas todo lo que existe en Internet, hay mucha basura. Uno de los peligros a los cuales te enfrentas en la web es a perder la integridad de tu corazón. La fácil accesibilidad a material oscuro, pornográfico y aún mediante supuestas charlas inocentes te puede llevar a un enredo tal, que no podrás pensar cuando te enredaste. De golpe te pintó entrar a una sala de Chat denominada “los desquiciados de siempre”. Te sonó cómico el nombre y no es como los otros; “sexo”, “sólo para ellos”, “sólo para ellas”, “paraíso paradisíaco”, “relaciones cercanas del primer tipo”, etc… Y entraste y hay conectados a esa sala 50 personas. Buscas en la larga lista de nombres que figuran y te encontrás con cada nombre que ruborizarían al más cara rota. De golpe aparece “Sabri” o “Juanchi”, y decís “ah, este parece un buen nombre. No tiene un nick (apodo) zarpado”. Empiezan a dialogar. Lo primero es “Hola, ¿cómo estás?”¿de dónde sos?”, “¿qué edad tenés?”, “¿qué haces de tu vida?”… y te metés en una conversación donde en cinco minutos te pasaron un cuestionario policial impresionante y vos, a todas las preguntas respondiste con gentileza. Sin saber cómo aparece la preguntita y la tentación “¿qué buscas en este chat?… Te interesa si…” ¿te lo estás imaginado? ¡¡¡Sí!!! Te proponen sexo de manera “virtual”. ¡Gran problema, gran! Porque a muchos se les cruza por la cabeza que así es inofensivo y le dan a la cosa como si no tuviera consecuencia alguna, y pierden la integridad.
Lo segundo que sucede, es que esta situación, de la cual te hablé líneas arriba, te lleva a hacerlo cada vez con más frecuencia y con distintas personas. Algunos serán sinceros, otros no lo serán. Otros buscarán el contacto físico, algunos lo conseguirán y otros pretenderán guiarte por caminos más oscuros todavía. ¡Zas! Porque eso no es otra cosa que el mostrarse uno en esa situación mediante del envío de fotografías de otra gente desnuda y en situación, o de vos mismo, o de la otra persona misma. Si tenés una webcam la invitación a verse “mientras que” es muy normal y la cosa se pone espesa. De tu integridad a esta altura… ni hablemos.
Pero la cuestión muchas veces tampoco termina ahí. En tercer lugar, todo esto puede llevarte a una vida secreta de consumo de pornografía de todo tipo y color. Una vida paralela, oculta y que irá socavando todo lo puro, sano y saludable de vos. Una promiscuidad oculta, virtual, pero que en lo emocional dejará secuelas y que en lo espiritual irá creando grietas que en un futuro no muy lejano desquebrajen tu vida. Te alejarán mucho más de Dios, porque ya es obvio que si llegaste a este punto, no te encontrás muy cerca de tu Dios. O tu dios es otro, que no es Dios, el creador del universo.
¡Hay una esperanza!
¡Claro que hay una esperanza! Si llegaste a cualquiera de los puntos anteriores, estás a tiempo de volverte a Cristo con un corazón arrepentido. Y proponerte consagrar tu vida al Salvador, Rey de reyes y Señor de señores. Buscas un hermano (a) mayor, que te ayude a salir de esta trampa de los sentidos.
Pero por ahí este relato no puede distar más de tu vida. Pero seguro tenés amigos que pasan horas en las salas de Internet en los shopping, o en los lugares de veraneo, en la peatonal de tu ciudad, o donde sea, haciendo esto mismo. Y es ahí donde podés hacer algo que marque la diferencia. Hace un año y medio, tuve el privilegio de conocer un ministerio juvenil que se dedica a predicar en y por Internet (www.tuvida.com), quienes distribuyen “El Libro de Vida” que no es otra cosa que una versión de la historia de Jesús en formato de comic. Ellos en Bolivia y en Perú alquilan una sala de Internet durante una hora y bloquean la navegación de manera tal que sólo se pueda navegar el sitio. Entonces invitan a todos los que pasen por las puertas del local, y a los que asiduamente concurren a navegar una hora gratis. Algunos se enojan por el condicionamiento de que navegan sólo un sitio y es un sitio cristiano. Pero muchos se convierten a Cristo, y entregan sus vidas a él.
Esta es sólo una manera de predicar el evangelio por medio de Internet. Los hay quienes ingresan de a dos a las salas de chat y entablan conversaciones que los llevan a hablar de la necesidad de Dios en la vida de cada uno. También están aquellos que enfocados en el deporte sano, predican en sus sitios. O los que defienden la ecología como creación de Dios y que tienen como prioridad presentar el mensaje de salvación de un Dios que se hizo hombre y murió en una cruz para resucitar al tercer día.
Vos podes encontrar la manera de que Internet no sea algo amorfo que lleve hacia el mal tu vida o la de tus amigos. No te creas todo lo que existe en Internet, comienza a transformarla! ¡Y empieza ya!…