Los jóvenes, la vocación y la fe
septiembre 22, 2016Hobbies con Propósito
septiembre 22, 2016Creo no ser el único que no le gusta que lo evalúen. ¿No es cierto? Si me equivoco, me avisas por favor.
Quizás sea uno de los desafíos más grandes que debemos enfrentan en nuestro rol de líderes. Justamente, por esa “posición”, es que nos sentimos intocables, invaluables, y hasta que es pecado que alguien se atreva a hacerlo.
Hoy en día, con la influencia y exposición de las redes sociales, todo se evalúa de una manera muy simple y sencilla: “me gusta”. Nos gustaría que existiera la opción “No me gusta”, pero esto no es así. Así que, en el caso que algo no nos guste, lo que hacemos es escribir: “No me gusta” (y en algunas ocasiones NO ME GUSTA!)
En verdad es de poca importancia si me gusta o no me gusta. Hay cosas en la vida que no pasan por si me gusta o no me gusta. Es más, no todo me va a gustar ni todo me tiene que gustar. Hay cosas que son correctas, buenas y necesarias, y no van a dejar de serlo porque me guste o no me guste. Aquí lo importante es la palabra “evaluar”. Y en este caso es correcto, bueno y necesario que me evalúen o que yo mismo me evalúe. Por eso, si eres como yo, que no te gusta que te evalúen, te propongo que hagamos una autoevaluación. Dale. Vale la pena hacerlo.
Autoevaluación.
Si somos sinceros y objetivos, la autoevaluación tiene mucho peso. Nos permite sacar mucha información de lo que estamos haciendo bien y de lo que estamos haciendo mal, de lo que debemos enfatizar y de lo que debemos dejar de hacer; del progreso, estancamiento o desorientación que nos dimos en nuestro caminar hacia la meta.
Te propongo que usemos 1 Corintios 15:58 como nuestra vara para la autoevaluación.
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
1- Firmes y constantes
Cada una por separado, la firmeza y la constancia, tienen su valor propio; pero juntas se potencian de una manera increíble. No hay nada tan importante en el evangelio como la firmeza en la fe y la constancia en la vida cristiana. ¿Cómo estamos en esto?
El viejo himno dice: “firmes y adelante, huestes de la fe, sin temor alguno que Jesús nos ve.”
Así hemos de ser y actuar. Firmes y adelante. Firmes y avanzando a la meta. Y ese avance ha de ser constante. Aquí es donde muchas veces nos quedamos cortos: no somos constantes.
Mira lo que dice la Biblia sobre los que no se afirman en la fe:
Judas y Santiago 1:5-8 (Judas es una carta cortita, sería bueno que la leas completa, pero estos son los versículos que estoy considerando 3, 12, 13, 16)
-Son presa fácil de las tentaciones.
-Son soñadores, rezongones, criticones, arrogantes y ventajeros.
-Nubes sin agua, arboles sin fruto.
-Son inconstantes en todo lo que hacen.
-No deberían esperar respuestas del Señor.
-Son llevados de aquí para allá por cualquier clase de doctrina.
2- Creciendo en el Señor siempre.
Otras palaras que usan las distintas traducciones: creciendo, aumentando, abundando, sobresaliendo.
Este es el secreto de la estabilidad: crecer siempre. No importa si mucho o poco, pero creciendo.
Crecemos o nos estancamos. Recuerda que el agua estancada se pudre y huele feo, el cristiano estancado también.
Recuerda que este crecimiento no se da de la noche a la mañana, y mucho menos de una sola vez. Es un “proceso constante”, continúo, que tiene una meta bien definida: ser como Cristo. (Efesios 4:13-15)
Y aquí viene lo mejor. Un regalito que el Señor nos hace. Una promesa que debemos recordarla constantemente y que nos da ánimo en momentos complicados: sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
3- Sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
Satanás quiere hacernos creer que todo el trabajo que hacemos para el Señor no sirve para nada. Que estamos perdiendo el tiempo. Pero nosotros sabemos que no es así. Si Él se entregó a sí mismo por nosotros, qué impide que hagamos lo mismo por Él. La Biblia está repleta de promesas de Dios al respecto. Por eso podemos estar completamente seguros, sabiendo que: ¡¡¡NUESTRO TRABAJO EN EL SENOR NO ES EN VANO!!![/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]