Jóvenes abandonando la fe
octubre 3, 2019Asesinos del amor
enero 25, 2020“Cuando me desperté y abrí los ojos, me di cuenta
de que había tenido un sueño hermoso…”
¡Se vale soñar en grande!
Se vale luchar por tus sueños cueste lo que cueste. ¡Te lo digo yo!
Soy de las personas que cree que si Dios puso un sueño en tu corazón es porque lo va cumplir. Si lo puso ahí es por que sabe que tienes el potencial para alcanzarlo y porque al final, él siempre te da las herramientas que necesitas.
Muchas veces nos damos por vencidos con nuestros sueños porque los vemos muy lejanos a nuestra realidad, nos damos por vencidos gracias a personas que quieren desanimarnos, incluso nosotros mismos hacemos que no sucedan esos sueños porque nos da pereza levantarnos y hacer sacrificios y esfuerzos para alcazarlos.
Quiero decirte que el sueño que tengas sea grande o pequeño, Dios lo toma en serio. Ningún sueño importa menos para Dios, porque ve el deseo que hay en tu corazón, así que siempre sueña en grande, no te sientas menos y quieras soñar cosas pequeñas, al contrario ten fe de que si sueñas en grande lo podrás cumplir, él tiene todo el poder para darte la fuerza, el potencial y las herramientas para que puedas lograrlo. Pero, tú eres el responsable de cumplir esos sueños, de salir adelante y luchar por ellos.
Presta atención a las siguientes afirmaciones. Serán clave para cada cosa que quieras alcanzar:
“Los pequeños esfuerzos nos llevan a grandes logros”
Entrégale tus sueños a Dios y el hará su parte. Cuéntale tus sueños a Dios y él te dará las herramientas que necesitas.
¿Qué sueños del tamaño de Dios has imaginado una y otra vez? Te hablo de esos sueños en los que si Dios no interviene sería imposible realizarlos. El Espíritu Santo siembra sueños increíbles en nuestros corazones cuando le buscamos con intensidad e intimidad.
No menosprecies los pequeños esfuerzos y las pequeñas victorias, puede parecerte poco, pero es la mejor manera de seguir hacia la meta y avanzar. Si esperas a estar totalmente listo para un gran salto, seguirás esperando el resto de tu vida.
“Los sueños se comparten, si no te ahogas”
Cuando se trata de alcanzar un sueño, no hay tiempo de reposo, si no de levantarte y seguir para alcanzar tu meta y qué mejor que tomados de la mano de Dios y pidiéndole que el haga su voluntad.
Comparte tus sueños solo con aquellas personas que son de tu plena confianza. Que sabes que creen en tí y que te apoyarán en oración. Pueden ser tus padres, tus mejores amigos, líderes, pastores o un profesor.
También conviértete en esa persona que apoya e invierte en los sueños de los demás, que anima a sus amigos y familia a luchar por sus metas y objetivos y se convierte en parte de sus procesos.
Nunca dejes de soñar. Habrá gente que criticará tus sueños, y que incluso se burlará, pero como te lo dije en un inicio, a Dios le importan tus sueños, así que haz oídos sordos a los comentarios negativos y las criticas que solo buscan derribarte, no importa lo que la gente opine, no dejes de hacerlo, no dejes que un comentario te desilusione. Tú sabes a quién o a quienes debes escuchar.
Tampoco dejes de soñar si las cosas no están saliendo como quieres. Si estas intentando todo y no ves que ese sueño se va acercando , sigue, vale la pena.
Habrá momentos en donde te vas a sentir cansado, sin fuerzas, decepcionado, donde la esperanza comienza a derrumbarse y tu camino para llegar al sueño comienza a llenarse de niebla. Pero créeme, es normal. Y por favor, no le tengas miedo al fracaso, habrán sueños en los que llegarás a fracasar, pero levántate y vuélvelo a intentar.
“Los sueños que más tardan en cumplirse, son los que más enseñanzas dejan en el proceso”
Hay muchos que renuncian a sus sueños porque sienten como si fueran demasiado poco para tan grande sueño o demasiado tarde para lograrlo. Pero la Biblia nos demuestra una y otra vez que nunca es demasiado tarde ni eres demasiado poco en las manos de Dios para ser quien debes ser.
No sé cuántos retrasos o desviaciones habrás pasado, talvez has estado “recalculando” el camino constantemente y te sientes frustrado. Sin embargo, los giros y vueltas impredecibles son los que le ponen el toque de aventura y adrenalina a la vida. Es clave que entendamos los procesos y disfrutemos del viaje.
Quiero terminar como inicié, con este pasaje de Jeremías 31:26:
“Cuando me desperté y abrí los ojos, me di cuenta de que había tenido un sueño hermoso…”
Todos tus sueños son hermosos, pero te prometo que serán más hermosos cuando dejen der ser un sueño y se convierta en una realidad.
¡Adelante! creo en ti y Dios cree en ti y está esperando a que te pongas en acción para verte cumplir todos esos sueños que él ha depositado en tu corazón.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]