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febrero 5, 2024En marzo de 2020 millones de personas se dieron cuenta de que vivían sin margen. En los siguientes meses, al quedarse sin empleo, muchos despertaron a la inoportuna realidad de que no tenían ahorros. Otros descubrieron que al perder su ritmo de distracciones no tenían una vía de escape a su irritabilidad, y algunos otros, que su vida espiritual y la de su familia eran demasiado frágiles como para sobrevivir sin la supervisión continua de pastores y líderes espirituales y, de hecho, fue por desacostumbrarse a eso por lo que tantos comenzaron a dejarla escapar.
Demasiadas personas se encontraron con que vivían por encima de sus posibilidades o intentando impresionar a fantasmas imaginarios o a personas intrascendentes en sus vidas. Otros se dieron cuenta de que no estaban continuamente cansados por las actividades, sino por no saber administrar su renuevo, su foco, energía, tiempo o finanzas para vivir con resto físico, emocional y espiritual, y así aprendimos que los factores externos no son la única causa de los resultados que obtenemos y con los que vivimos.
En demasiadas ocasiones, estos solo desnudan lo que ya venía ocurriendo en la realidad. De hecho, demasiados de estos resultados son consecuencia de nuestra reacción ante los acontecimientos y no de los acontecimientos en sí mismos. Algunos de esos eventos y circunstancias lo que hicieron fue sacar a la luz una realidad que ya estaba ahí, aunque escondida; y otros resultados fueron la sutil pero certera consecuencia de hábitos inconscientes que nos llevaron hasta allí y de corregirlos se trata este libro. Creo que muchos de los dolores y conflictos que nos auto provocamos surgen por vivir siempre al filo del momento, al límite de nuestras energías y de nuestras capacidades.
Vivir sin margen.
Sin espacio para prevenir, actuar o corregir el rumbo.
Sin margen para promover nuestro crecimiento y desarrollo, y para descubrir nuestras fortalezas.
Sin un centímetro de más que nos permita cargar nada adicional.
Sin suficiente distancia para evitar un choque.
Ahora bien, déjame aclararte de entrada que, aunque estoy escribiendo este pequeño libro con la intención de ayudarte a dar un paso radical de madurez, no lo hago porque tenga el tema totalmente resuelto en mi vida. La mayoría de los buenos libros se escriben porque el autor intenta decir algo que cree que un gran número de personas necesitan saber. Otros, porque quien escribe ve algo y desea que los lectores lo vean también.
Y otros se escriben, porque el autor mismo está intentando descubrir y afirmar algo para sí, y creo que en este libro combino los tres intereses, aunque te confieso con bastante seguridad que el último es el que mejor describe desde dónde te comparto lo que vas a leer a continuación. Yo estoy trabajando en aprender más sobre este tema porque necesito un mayor margen.
Es decir, un espacio más amplio entre mis aspiraciones y responsabilidades y aun mis límites. Ya he descubierto que para elaborarlo con salud, es indispensable hacer un inventario preciso de cuáles son nuestras cargas y dónde están nuestros límites y sé que lo que vas a leer no necesariamente te va a gustar, pero estoy completamente seguro de que te va a ayudar.
Así que, definitivamente, no escribo este libro porque me crea en la cima de una vida con margen y quiera echarte el hombro para ayudarte a subir porque a mí no me cueste hacerlo. Lo escribo porque me encontré con esta perla de gran precio en mi vida que ya ha hecho una gran diferencia, y mientras sigo aprendiendo de ella, me muero de ganas de ayudarte a que subas conmigo hacia esa cima que vamos a explorar en estas páginas, porque va a ser bueno para ambos.
Como ya he escrito en otros de mis libros, hace unos años entendí que tu éxito colabora con el mío, y que si más personas vivimos mejor, más personas se beneficiarán como consecuencia de nuestras decisiones. Seguramente desde el inicio de la pandemia en 2020 escuchaste hablar mucho acerca de la inmunidad de rebaño o colectiva, cuya idea básica es que si suficientes de nosotros superamos una enfermedad, ayudamos a que el virus que la causó pierda su capacidad de contagiar.
Con esto sucede algo parecido, y por eso quiero ayudarte para que me ayudes y juntos ayudemos a muchas más personas a vivir con margen. Y sí, abuso de la palabra ayudar porque creo que es un concepto maravillosamente divino que nos hace más humanos.
El diagnóstico
Vivir sin margen es estar cansados crónicamente.
Vivir sin margen es apurarnos porque tenemos que apurarnos, y no porque queremos apurarnos.
Vivir sin margen es vivir ansiosos.
Vivir sin margen es surfear las redes sociales y la web por horas sin saber por qué ni para qué.
Vivir sin margen es gastar más dinero del que nos ingresa.
Vivir sin margen es tener que servir en vez de desear hacerlo.
Vivir sin margen es lo que se está tragando tu vida y tu potencial, y perjudicando a otras personas en tu círculo de influencia.
Y de remediar eso trata este libro.
Este artículo fue extraído del libro “Margen” de Lucas Leys.
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Lucas Leys
Es el fundador de e625.com y tiene más de 25 años de experiencia en el discipulado de nuevas generaciones habiendo trabajado en distintos países, estilos de iglesia y circunstancias. Lucas es autor de más de 20 libros y es considerado una de las principales fuerzas de cambio en la pastoral de nuevas generaciones en el mundo.