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octubre 13, 2017Con las sesiones de estudio nocturnas y un montón de oportunidades para socializar, la vida universitaria parece orientada hacia un horario de sueño errático. Sin embargo, una nueva investigación sugiere que un patrón de sueño impredecible puede implicar un costo en las calificaciones de los estudiantes.
“Nuestros resultados indican que ir a dormir y despertarse todos los días aproximadamente a la misma hora, es tan importante como el número de horas que uno duerme”, dijo el autor principal del estudio, Andrew Phillips, biofísico en la división del sueño y trastornos circadianos en el Brigham and Women’s Hospital de Boston.
El estudio incluyó a sesenta y un estudiantes de tiempo completo en Harvard College de los cuales se llevó un registro de sus horas de sueño durante treinta días. Aunque el estudio no puede probar la causa y el efecto, los patrones irregulares de sueño y vigilia se asociaron con promedios de calificaciones más bajas. Los patrones de sueño irregulares también se vincularon a los retrasos en los tiempos en los que los estudiantes se acostaron y se despertaron en comparación con los tiempos de sueño/vigilia más normales, dijeron los investigadores.
La melatonina es una hormona liberada por el cuerpo para promover el sueño. El estudio mostró que la melatonina se liberó casi tres horas más tarde en los estudiantes con sueño irregular. No hubo diferencias significativas en la duración media del sueño entre la mayoría de los estudiantes con patrones de sueño irregulares y la mayoría de los estudiantes con sueño regular.
“Descubrimos que el reloj del cuerpo fue cambiado casi tres horas más tarde en los estudiantes con horarios irregulares, en comparación con los que dormían en tiempos más consistentes cada noche”, dijo el autor principal del estudio, el Dr. Charles Czeisler, quien es el director del Sleep Health Institute en Brigham and Women’s Hospital.
“Para los estudiantes cuyos tiempos de sueño y vigilia eran inconsistentes, las clases y los exámenes que estaban programados para las nueve de la mañana estaban ocurriendo a las seis de la mañana de acuerdo con su reloj corporal, una hora en que el rendimiento se deteriora”, dijo Czeisler.
Extraído de un artículo publicado online en HealthDay. El estudio fue publicado en la revista Scientific Reports.