El ataque de los clones

Hoy en día vivimos como en el episodio II de Star Wars. Vemos cómo día a día la ausencia de creatividad está invadiendo nuestros ministerios de manera masiva.

La globalización está ayudando en algunas áreas de nuestra vida a estar al día con lo que está pasando del otro lado del mundo, pero también esto está trayendo un estancamiento en cuanto al surgimiento de nuevas ideas y movimientos, ya que muchas veces adoptamos formas de otros lugares y queremos implementar ideas que fueron pensadas para otros contextos y culturas, y como pensamos que vienen de referentes para nosotros debemos adoptarlos como “la idea”, “la fórmula”, “el método”o “lo que va a solucionar nuestro problema”.

Esto nos está llevando a una clonación global como nunca antes vista, donde ya no solo se copian los modelos, las formas si no también hasta la publicidad utilizada. A esto lo veo día a día con mi trabajo. Nos copian literalmente diseños que realizamos y se que les pasa a muchos amigos colegas diseñadores también. Estamos frente a una crisis de nuevas ideas, escasez creativa y poca originalidad.

Siempre la consigna ha sido más fácil copiar que crear algo nuevo.

Parte del proceso creativo es nutrirnos de las ideas o conceptos de otros, para luego re pensarlos y darles una nueva forma aplicable al contexto en el cual nos movemos y adecuarlo a nuestro grupo o a quienes queramos llegar de manera efectiva.

Vemos desde el comienzo que Dios es el creativo por excelencia. Ya desde génesis capítulo 1 vemos que cuando Dios creó al hombre lo hizo a imagen y semejanza. Entonces, ¿Por qué nos olvidamos que si él nos hizo a imagen y semejanza, todos tenemos la capacidad de crear?

Muchas veces se piensa que la creatividad es algo que solo podemos desarrollar los que trabajamos en arte, diseño, publicidad o cualquier disciplina que involucra el pensamiento creativo. Pero te tengo que confesar algo, todos tenemos creatividad, solo debemos ejercitarla y desarrollarla. Obviamente hay gente más creativa que otras pero todos, absolutamente todos tienen algo de creatividad.

Más adelante en la Biblia, nos encontramos con Jesús, que no hace falta hacer mucho análisis de cómo Él se manejó en sus años de ministerio, en todo lo que hizo hubo creatividad, desde como hacia los milagros, así como en la manera en que muchas veces actúo. Nunca se quedaba con una sola forma, observaba su entorno. Él citaba conceptos e ideas del antiguo testamento, pero las adaptó y las comunicó de forma contundente y más efectiva para ese tiempo.

A veces nos empecinamos en una forma de hacer las cosas y las repetimos hasta el hartazgo cansando a la gente que nos rodea, usando fórmulas y modismos que a otros les resultaron y que no necesariamente nos tiene que resultar a nosotros. No digo con esto que la forma o idea que queremos implementar esté mal, solo digo que antes de querer implementarlas deberíamos analizar y hacernos las preguntas correctas (¿funcionara?, ¿será mi público?, ¿es el lenguaje correcto?, etc.)

Te puedo asegurar que como referente en el área creativa si te haces las preguntas correctas vas a llegar a mejores resultados de que si copias simplemente, eso seguramente te abra la posibilidad inagotable de seguir creando. Si lo se es más fácil copiar, pero solo te puedo recomendar una cosa: Se original y creativo, está en tu ADN.