Empezar en blanco

Pega una franja grande de papeles en blanco en una de las paredes del salón donde se reunen, y ten a mano varios fibrones de colores (asegúrate que NO se pinte la pared de atrás).

A medida que van llegando los jóvenes, pídeles que agarren uno de los elementos para escribir y que escriban lo que quieran (sugiereles que sean cosas que quieren lograr) en la pared de papel blanco. Si son niños, quizás puedas ofrecerles ayuda con sus ideas. También puedes darle la consigna de no solo usar palabras, sino también dibujos.

¿A dónde llevarlo desde aquí?
Después de algunos minutos, llámalos para descubrir los resultados de sus intervenciones en la pared. Entonces di: “¡Miren lo que crearon en la pared! Algunos de ustedes no querían parar de escribir aun cuando el tiempo se había acabado, otros escribieron un poco antes de perder el interés, y algunos ni siquiera agarraron el marcador para intentar escribir algo. En un sentido similar a todos se nos dio la vida, como la pared en blanco que teníamos aquí, para que hagamos algo con ella. De la misma forma, hoy es un nuevo día (o un nuevo año o un nuevo curso), y puedes llenarlo como tu prefieras.