El conocido Cantinflas, quiso ser boxeador antes de comediante, fue noqueado en el primer round de su primera pelea. Gracias a esto y que probó en otros ámbitos, hoy tenemos miles de risas por su legado aún 20 años después de su muerte.
Intentar, luchar, probar, cambiar, son palabras claves para encontrar tu vocación en la vida. No te detengas si al buscar tu vocación tras pruebas y ensayos las cosas no resultan, teniendo en ocasiones como “único” saldo criticas propias y ajenas.
Nunca ha sido fácil para nadie saber hacia dónde deben girar las agujas de su vida; ya que la creación de Dios es maravillosamente compleja, y nosotros como parte de ella no somos la excepción.
De manera algo injusta siempre queda encapsulado en nuestras memorias los grandes hechos de grandes hombres sin pasar si quiera por nuestro imaginario el grandioso hecho de los mismos en su búsqueda de “ensayo y error”
Como pretendiendo, que todo lo bueno llega casi como una suerte de arte mágico a la Historia, ya sea la que nos cuenta la misma Biblia o bien la que aprendemos en el día a día desde un libro de Historia, una revista en la estantería de algún aeropuerto, o bien la de alguien que nos sorprende mientras conducimos con nuestros sentidos por la web.
Todos y cada uno de ellos tuvieron momentos de “ensayo y error” en la elección de su vocación, en su búsqueda de las cosas que trataban descubrir, crear, escribir.
En mi propia vida paso a darme cuenta esta experiencia, en un principio la tomaba hasta en ocasiones como una “adversidad negativa” hoy trato de descubrir en la adversidad que vigila en el “ensayo y error” pistas y matices de la voz de Dios para la formación de mi vida y más allá de eso la lectura de lo que Dios quiere escribir a fuego en mí.
El mundo busca capacidad, Dios busca carácter. El mundo busca que sepas “quien quieres ser” Dios busca que sepas que debes glorificarlo a él.
El ensayo y error es muchas veces el instrumento de Dios para generar en nosotros un fin más sublime que el de solamente encontrar tu vocación, sino la de engendrar su carácter en nuestras vidas, ya que Él conoce que vocación sin su carácter no trae consigo su vida abundante, ni para vos ni para la gente que él desea que trastornes mostrando su amor.
El carácter de Cristo, es la olla de oro al final del arco iris en términos del encontrar tu vocación.
Pues el deseo de Dios es verter en tu vida el carácter de su Hijo a través de
1) Dependencia al Padre, así como nuestro Señor lo era, alejándose del bullicio para encontrarse con su presencia. 2) Gracia así como toda su Obra lo grita al universo, y se expresó en su forma más sublime, en la cruz y 3) Perseverancia, esa que mantuvo su corazón en el final de lo que deseaba lograr para su creación.
Dependencia con Dios.
Gracia para vos y los demás.
Perseverancia en tus objetivos.
Son tres elementos que se desarrollan siempre y cuando dejas a Dios actuar y hablarte en medio de tu propio: “ENSAYO y ERROR”
