Los “niños problemáticos” no evolucionan en el vacío. Cada problema infantil generalmente tiene un contexto problemático, y los niños con límites saludables no crecen de la nada. Aunque por naturaleza resistimos los límites desde el nacimiento, tenemos mucha ayuda tanto sea como para desarrollar límites o como para no desarrollarlos.
El mundo religioso suele responsabilizar al niño por sus problemas diciendo que todo está en la naturaleza pecaminosa de Suzi. El mundo de la psicología suele responsabilizar a los padres, colocando todas las conductas fuera de control en “lo que le sucedió a Juanita cuando era niña”. En cada caso, hay claramente un bueno y un malo. Pero ninguna de estas dos miradas es completamente precisa. ¡En realidad, las noticias son peores!
Quienes somos hoy es esencialmente el resultado de dos fuerzas: nuestro entorno y nuestras respuestas al mismo
Nuestra crianza, relaciones significativas y circunstancias moldean poderosamente nuestro carácter y actitudes. Pero la forma en que reaccionamos a nuestras relaciones y circunstancias significativas, ya sea defensiva o responsablemente, también influye en el tipo de persona en que nos convertimos.
Es posible que tengas un niño con dificultades fronterizas, o simplemente quieras ayudar a que tu hijo se convierta en una persona honesta y responsable. De una u otra forma, esto no pretende hacerte sentir culpable. Más bien, queremos establecer el primer y más importante ingrediente para ayudar a los niños a aprender los límites: un padre con límites.
Tu hijo está reaccionando a tu crianza
Como padre, necesitas interpretar el comportamiento de un niño en primer lugar como una respuesta a tu propio comportamiento, pero también necesitas analizarlo en términos de sus motivaciones, necesidades, personalidad y circunstancias. Esto requiere un cambio de enfoque, ya que normalmente miramos las acciones de una persona solo en términos de sus motivaciones, necesidades, personalidad y circunstancias, y no de las nuestras.
Como regla general, los niños no saben lo que están haciendo. Tienen poca idea de cómo manejar la vida para que funcione bien. Es por eso que Dios les dio padres para amarlos, darles estructura y guiarlos hacia la madurez. Tal como un cachorro necesita entrenamiento de obediencia, los niños necesitan ayuda del exterior.
Básicamente, los niños madurarán al nivel que los padre los hagan crecer, y no más alto. Las limitaciones de los padres para poder ser responsables y enseñarles la responsabilidad influyen directamente en cuán bien los hijos aprenden la responsabilidad. Los niños no tienen cómo crecer por ellos mismos. Responden y se adaptan a cómo son criados.
La primera y fundamental idea que tienen los niños acerca de cómo opera el universo, está en casa
El hogar es donde forman sus conceptos de realidad, amor, responsabilidad, elecciones y libertad. Entonces, si te relacionas con tus hijos de una manera que refleje las leyes de Dios, ellos harán una transición exitosa al mundo exterior. Pero si proteges a tus hijos del dolor de la irresponsabilidad, los estarás preparando para muchas luchas en su adultez.
Una de las preguntas más útiles que los padres pueden hacerse cuando se enfrentan con el problema de un niño no es: “¿Por qué no dejará de golpear a su hermano?” Sino “¿Cuál fue mi parte en el surgimiento de este problema?”
Esto puede ser doloroso, ya que requerirá que mires la viga en tu propio ojo en lugar de la astilla en el de tu hijo (Mateo 7: 1-5). Pero el beneficio de este enfoque reside en sacarte de la inutilidad de tratar de controlar a tu hijo para llevarte a la posibilidad de que puedas controlar tu postura con tu hijo.
Ser un padre con límites que está desarrollando un niño con límites requiere aceptar la realidad de que un curso, un libro o incluso este artículo no es suficiente. Ponte a trabajar en ti mismo también. Encuentra dónde tus propios límites son débiles. Busca información y ayuda. Repara y desarrolla límites con Dios y con las otras personas en tu vida.
No existe cantidad de sermones o regaños que puedan lograr lo que conseguirá una experiencia
Se necesita una experiencia vivencial con los límites de los padres para desarrollar límites en los hijos. De alguna manera eres como un roble con el que tu hijo forcejea una y otra vez, hasta que se da cuenta de que el árbol es más fuerte que él y la próxima vez ya lo rodeará sin intentar pasar por encima del mismo.
Henry Colud
Escritor de más de 20 libros. Licenciado en psicología y Doctor en psicología clínica. Es también presidente de Recursos Cloud-Townsend.