Los niños necesitan padres con límites
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junio 14, 2024Ser papá es de las experiencias más retadoras que el ser humano puede enfrentar, ¿no es cierto? En lo personal amo ser papá (y si hablas con mi esposa, ella te dirá lo mismo acerca de ser mamá). La paternidad realmente me cambió la vida y lo sigue haciendo a medida que nuestros hijos crecen. Es un desafío que nos reta, nos impulsa, nos motiva, nos lleva a clamar a Dios por sabiduría, nos hace reír y hasta a veces nos enoja, pero al final de todo, nos hace vivir.
Vivir para ser padres es la suma de esos momentos que no se repetirán, por eso debes hacer de esos momentos los mejores recuerdos que marquen la vida de tus hijos para la eternidad. Usa conversaciones poderosas para que con el tiempo, no solo recuerden tus palabras sino también el amor que envolvía esas conversaciones únicas entre papá e hijo.
Un versículo muy poderoso en la Biblia que ha marcado mi relación con mis hijos y que en cierta forma me enseña a tener esas conversaciones irrepetibles con ellos, es Proverbios 23:23.
“Adquiere la verdad y la sabiduría, la disciplina y el entendimiento ¡y nunca los vendas!”
Me gustaría desafiarte a que te lo aprendas de memoria. ¡Es fácil! Mira:
¿Dónde está escrito? En el mejor libro que los papás pueden encontrar: Proverbios.
¿Cómo lo encuentro? En el 2, 3, 2, 3. Veintitrés, veintitrés.
¿Y qué dice? Compra (el verbo favorito de muchas mujeres).
¿Qué debo comprar? 4 cosas. La verdad, la sabiduría, la disciplina y el entendimiento.
Si eres cómo yo, para acordarte mejor quizás puedas aprenderte esta palabra rara: Compra “Vesadien”. ¿Qué es Vesadien? ¿Es una medicina? Bueno, al menos no una que se compra en la farmacia.
Se trata nada menos que de: Verdad, Sabiduría, Disciplina y Entendimiento. Y el consejo de Dios al final es contundente: ¡No los vendas! Estos 4 tesoros suman mucho de lo que mis hijos necesitan ver en mi vida cada día, y es todo lo que los va a llevar a ellos a permanecer firmes en las decisiones más poderosas que van a tener que tomar en la vida.
- Verdad: Jesús es la única verdad que vale la pena seguir toda la vida.
- Sabiduría: La única sabiduría que existe es el temor de Dios.
- Disciplina: Tiene el mismo origen de la palabra discípulo. Un verdadero discípulo es alguien que refleja a su maestro, viviendo cada día como Jesús
- Entendimiento: Claridad para vivir una vida poderosa en la tierra sometiendo las presiones diarias a lo que significa ser hijo de Dios.
Alguien muy sabio me dijo alguna vez: “Un buen padre es esa persona que prepara a sus hijos para vivir una vida poderosa cuando él ya no esté con ellos”. Esa es la razón por la que ser papá es la aventura más desafiante que he tenido que vivir. Con mi esposa vivimos para que nuestros hijos entiendan quiénes son, a quién siguen y para qué viven y eso es lo único que garantiza que nuestro paso por la tierra como padres tenga al final de nuestros días, una gran satisfacción: Que ellos hayan quedado listos para enfrentar lo que se viene y lo pueden hacer sin nosotros. Y como si fuera poco, finalmente tendrán al Dios todopoderoso como centro de su vida.
¿Y esto cómo se logra? no hay una fórmula mágica, pero esfuérzate por generar esas conversaciones poderosas que pueden ayudarte a formar “vesadien” en sus vidas. ¿Qué necesitas?
- Un lugar: Cualquier lugar sirve para impartir “vesadien” en tus hijos, uno de mis lugares favoritos para hacerlo es la mesa del comedor.
- Un día: Todos los momentos son clave, pero en lo personal amo los desayunos de los sábados, ya que en nuestro caso son los días más relajados que tenemos cómo familia.
- Una cualidad: Interés. El “vesadien” es efectivo cuando realmente estás interesado en tener un gran tiempo con tus hijos. Es clave que durante ese tiempo no estés atento a tu celular. A nosotros nos corresponde captar la atención de nuestros hijos, la que por cierto es limitada cuando se trata de niños. Pero recuerda que difícilmente ellos estarán interesados en lo que a nosotros no nos apasiona primero. Y además no estarán motivados a escuchar lo que tenemos para decir si antes no mostramos que realmente los amamos.
- Un tema: Su día a día. Lo que viven en la escuela, lo que charlan con sus amigos, es decir los temas que verdaderamente les interesan y forman parte de su mundo y su realidad.
- Una estrategia: El Juego. Con niños nunca falla. Por ejemplo, juguemos con preguntas y respuestas. Papá pregunta: ¿Qué es lo más raro que viviste hoy? Cada uno cuenta y usamos las respuestas de ellos para llevarlos a “vesadien”. No les prediques pero sí guíalos a respuestas poderosas que despierten conversaciones que vayan más allá del típico “¿Cómo te fue hoy?” obteniendo como respuesta es simple e insípido “bien” que le da un fin frustrante a la conversación.
- Un reto: ¡Que ellos vean en tu propia vida que estás realmente interesado en vivir lo que les acabas de enseñar! Nuestros hijos sólo van a querer seguir a Jesús si ven en nosotros lo poderoso que es ser un seguidor de Jesús. Ser papás no consiste en ser perfectos, consiste en seguir genuinamente al que sí es perfecto esforzándonos por ser como Jesús.
Enséñales a tus hijos que más allá de la profesión u ocupación que tengan en la vida, lo más importante es ser buscadores al estilo de Mateo 6:33
“Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten”.
¡Seamos tales buscadores de su reino acá en este mundo que se lo contagiemos a nuestros hijos! Que siempre estemos buscando traer más del cielo a la tierra.
Ser padre es todo un reto, pero es el reto más maravilloso que nuestro Padre Dios nos impulsa a vivir. La Biblia dice en Gálatas 6:9 “No nos cansemos, pues de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. No te canses de brindarles a tus hijos esta fantástica y bíblica medicina de “vesadien”, porque la promesa es clara: cosecharás poder de Dios en ellos. ¡No desmayes!; tu Padre Dios también quiere sentarse a la mesa contigo, leerte Su palabra y tener grandes tiempos de “vesadien” contigo.
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