Cuando el “no”, no es una opción
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septiembre 4, 2017Como un profesional que trabaja con una población de alto riesgo (gente que sufre de un diagnóstico de salud mental o abuso de sustancias), me encuentro a menudo con la realidad de la idea o pensamientos de suicidio diariamente. Como un miembro de la comunidad que trabaja con jóvenes en riesgo, de la misma forma, regularmente escucho la conversación acerca del suicidio. Como padre de un jovencito con enfermedades mentales, he sido impactado por las preocupaciones acerca del suicidio. Pareciera que no me puedo escapar del oscuro tema de la muerte a través del auto-asesinato. Debido a esto, he hecho parte de mi vida el trabajar para educar al público tanto como pueda y crear redes de comunicaciones que puedan acercarse y acompañar a aquellos que luchan con esos pasajeros de la desesperanza y la impotencia.
Investigadores han invertido muchos años al estudiar los factores específicos relacionados a quienes son vulnerables a la tentación del suicidio, a factores de riesgo y también a factores de protección. Si la iglesia está dispuesta a acompañar a aquellos que sufren tanto que están considerando quitarse la vida, debemos entender las complejidades que guían al individuo a ese tipo de encrucijadas. Entonces, ¿cuáles son algunos de esos factores de riesgo y protección que impactan a un joven que considera el quitarse la vida?
FACTORES DE RIESGO
Salud mental / Abuso de sustancias
En 2014, una encuesta en los Estados Unidos reportó que el 82% de las personas con pensamientos suicidas había tenido un desorden de salud mental. La misma encuesta reportó que el 94% de los individuos había planificado cometer suicidio, y que el 88% había intentado suicidarse el año pasado.
Hay 5 desórdenes de salud mental que aumentan el riesgo de suicidio: Trastorno Límite de la Personalidad (TLP), desorden bipolar, depresión masiva, esquizofrenia, y anorexia con depresión masiva, siendo esta la más común entre todos los que habían intentado suicidarse.
Hay otras intersecciones que se hacen factores en alguien contemplando el suicidio:
- La orientación sexual
- Disforia de género
- Abuso sexual de niñez
- Violencia doméstica
- Conflicto interpersonal
- Aislamiento social
- La posesión de armas (en particular, armas de fuego)
- La pobreza
- La falta de vivienda
- La recesión económica
- El dolor crónico
- PTSD (el trauma de combate)
- La inmigración
Por otro lado, los factores protectores varían de niño a niño, de familia a familia, y de comunidad a comunidad. Cuando los factores de la siguiente lista están presentes, se reducirá el riesgo de que una persona joven desarrolle los sentimientos de desesperación e impotencia y en cambio de ello tendrá más resistencia. Esto, desde luego, no es una garantía pero seguramente aumenta la probabilidad de comportamientos y actitudes resistentes en adolescentes.
Factores de protección
- Fuerte apoyo social
- Compromiso con comunidades de fe
- Disciplinas espirituales
- El conflicto moral sobre el suicidio
- Tener sentido de propósito y de significado en la vida
- Habilidades para la regulación de emociones
- Habilidades para la adaptación y la resolución de problemas
- Tener gente que nos echará de menos
- Perseverancia interna
- Sentido de la responsabilidad
Hablar del suicidio no “plantará” la idea en la cabeza de alguien. Es probable que la idea ya esté allí y hablar sobre ello valida la lucha del sufrimiento individual. Esto elimina la vergüenza y el estigma que lo rodea.
- ¿Puedes identificar cualquiera de los factores de riesgo en los jóvenes que amas?
- ¿Cuál es el siguiente paso para tu ministerio, familia, o la comunidad hacia el aumento de factores de protección y reducción de factores de riesgo? ¿Cómo enfrentarás esto? ¿A quién le pedirás ayuda? ¿Qué barreras se interponen en tu camino? ¿Con qué recursos cuentas?
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