Cuando cada joven llegue al salón deberá completar una etiqueta con su nombre y ponerla en una canasta. Una vez que todos hayan llegado, pídeles que se pongan de pié y formen un círculo. Pasa la canasta y que cada uno tome un nombre (no el propio), sin permitir que nadie vea que nombre le tocó. Entonces, deberán girar hacia la izquierda y pegar la etiqueta en la espalda de la persona que esta parada delante.
El objetivo del juego es que cada uno descubra qué nombre tiene pegado en la espalda.
Para descubrir su identidad pueden hacer a los demás preguntas que se respondan por sí o por no, por ejemplo: “¿Soy pelirrojo?” o “¿Tengo puesto un jean?”.
Solo pueden hacer dos preguntas a cada persona.
Cuando un participante descubre el nombre que tiene en la espalda, debe buscar a esa persona, ponerle las manos sobre los hombros y seguirlo por todos lados. A medida que las personas van descubriendo su identidad, el tren crece hasta llegar a unir a todo el grupo!!!
Deja tu opinión y comparte el artículo en tus redes.