Puentes entre lo que aprenden y lo que viven los niños
julio 18, 2017¡Socorro! Las tareas escolares de mis hijos me agotan
septiembre 19, 2017En muchos pasajes bíblicos se nos insta a poner en práctica las enseñanzas que recibimos de la Palabra de Dios, a ser “hacedores” y no sólo oidores. Santiago 1.22 nos dice: “No se contenten sólo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la práctica.” Y en Romanos 2.13 se nos dice: “Porque Dios no considera justos a los que oyen la ley sino a los que la cumplen.”
Entonces, de nada vale que llenemos a los niños de nombres de personajes, de genealogías y de historias, si no hacemos que esa Palabra tenga relación con sus vidas, si no los ayudamos a pensar en cómo poner en práctica aquello que oyen y que están aprendiendo.
Considero que esta parte de la clase es FUNDAMENTAL. Como maestros, no tenemos que apuntar solamente al área intelectual, del conocimiento. Para que nuestra enseñanza sea efectiva tenemos que bajar esa enseñanza al área afectivo-volitiva, el área de la voluntad, para que luego esa enseñanza se traduzca en acción y se lleve a la práctica. Algunos materiales nos traen ideas y sugerencias de cómo hacer esa transferencia a la vida, pero muchos otros no. Muchos materiales se quedan en que el niño conozca personajes bíblicos, situaciones y principios, pero no lo ayudan a pensar qué tiene que ver esa enseñanza con su vida: su persona, su familia, sus amigos, su escuela, etc. Entonces nosotros tendremos el desafío de conectar lo aprendido de la Biblia con la vida cotidiana y real del niño. Haremos esto para que nuestros niños sean “hacedores”, sean cristianos que vivan lo que dicen creer llevándolo a la práctica, y no sólo que digan creer.
En el evangelio de Lucas se nos narra en el primer capítulo lo que decía la gente que vino a conocer al recién nacido Juan el Bautista. La expresión que usaron en Lucas 1.66b fue: “¿Qué llegará a ser este niño.” Quiero invitarte a que pienses en tus chicos y te hagas esta pregunta: ¿quiénes serán? ¿Qué llegarán a ser por la obra maravillosa del Señor en sus vidas? Míralos, obsérvalos y pregúntate: ¿Quién será esta niña? ¿Quién será este adolescente? No lo sabemos, pero sembremos en ellos la Palabra de Dios ayudándolos a vivir cada enseñanza para que, en el lugar donde el Señor los lleve o en el lugar al que el Señor los llame, puedan brillar para Cristo.
¡Dios bendiga tu vida y te use poderosamente para bendecir la vida de las nuevas generaciones![/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]