Los líderes sin preparación suponen que las relaciones en el ministerio simplemente “se dan.” No entienden el valor de las relaciones ni trabajan proactivamente para generar relaciones sanas, fuertes y que resistan el paso de las crisis propias de la juventud.
Los líderes efectivos saben que las nuevas generaciones no necesitan tanto predicadores, teólogos o terapeutas, como amigos maduros que sepan modelar la vida cristiana, y los ayuden a llegar a la madurez por la vía de la amistad. Usualmente les digo a los líderes a los que tengo el privilegio de ministrar: “Si no logramos que los chicos hagan fuertes amistades en la iglesia las harán afuera y ante la crisis o la tentación los perderemos.”
El ministerio relacional no es otro modelo de ministerio, es la misma naturaleza del ministerio efectivo con esta generación. Ni siquiera es algo nuevo; Pablo ya modelaba el ministerio relacional diciendo:
“Así nosotros, por el cariño que les tenemos, nos deleitamos en compartir con ustedes no solo el evangelio de Dios sino también nuestra vida. ¡Tanto llegamos a quererlos!” (1 Tesalonicenses 2:8).
Un Necesitado Cambio de Perspectivas
Cuando descubrimos la realidad de lo que pasa por el interior de los adolescentes, y miramos las presiones de la cultura empezamos a sensibilizarnos. Con solo mirar a Jesús nos damos cuenta que Él prefirió el diálogo cercano, el de amigos y el de compartir vivencias para conseguir resultados duraderos.
Pastores, padres y líderes tenemos que hacer algunos cambios en la manera de mirar a los jóvenes y por eso quiero recomendar cuatro cambios de perspectiva para que los líderes efectivos pueden hacer:
Portadores de Valores
En un tiempo de realidades relativas, los valores más creíbles son los que pueden verse claramente en la vida de modelos que sean ejemplo, más que otros que solo dicen lo que hay que hacer. Los jóvenes necesitan relaciones significativas que los ayuden a cultivar los valores que van a regir sus vidas futuras. Los líderes maduros entienden estas necesidades y cultivan un liderazgo cercano en el que la convivencia pueda “contagiarles” aquello de lo que enseñamos.
Pasar tiempo de uno a uno con una persona tomando decisiones determinantes es quizás la herramienta más poderosa para conseguir resultados positivos en sus vidas. Ser reales y creíbles para ellos está en la lista top de lo que las nuevas generaciones están buscando en sus líderes. Por eso una vez más es necesario resaltar la importancia de las relaciones en el liderazgo generacional.
Ser proactivos en generar estas relaciones cercanas es vital para poder transmitir los valores del Reino de Dios a las vidas de esta generación. Es más natural que los adolescentes vengan a la iglesia porque allí están sus amigos que porque les atrae el sermón. Lejos de avergonzarnos por esta realidad, debemos usarla a nuestro favor en decir que los adolescentes también vienen porque son “nuestros” amigos. A pesar de ser un predicador que paso gran parte de mi tiempo predicando en congresos, cruzadas y conciertos juveniles, tengo que admitir que los resultados más duraderos siempre los conseguí en la influencia personal de una conversación cercana y sobre todo con el ejemplo.
Si eres miembro logueate con tu usuario y contraseña
para ver todo el contenido Premium
Si ya estás logeado aparecerá tu nombre.