Alguien le preguntó a un sabio: “¿Cuál es la diferencia entre desear y amar?” Y el sabio contestó con esta metáfora: “Cuando deseas una flor, simplemente la arrancas para usarla en tu beneficio, pero, cuando amas a una flor, la riegas y la proteges velando por su beneficio. Si comprendes esto, comprenderás la diferencia”.