Así como el miedo te alerta de un peligro, la tristeza te avisa que perdiste algo; por tanto, la pregunta que deberíamos hacernos al sentir miedo o tristeza es ¿Qué es lo que perdí? ¿De qué se me está alertando?
–Puedes dejar el pago sobre la mesa –dijo ella mientras recogía su ropa y comenzaba a cubrir su torso desnudo.
–¿Puedo volver mañana a la misma hora?
–Prefiero que no.
–¿Pero acaso no es tu trabajo recibirme?...
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