La honra a los padres es una cuestión de confianza para Dios. Me atrevo a afirmar que Dios no confía en un hijo que ignora a sus padres y los desatiende. Un amor así no es confiable[...]
Lo noto cada vez que tengo la oportunidad de tener cerca a alguno de ellos. Los mejores líderes, sean mujeres u hombres, viven en “modo campeonato.” No bajan la guardia jamás, y pueden manejar muchas decisiones, acciones y responsabilidades complejas a la vez.[...]