Así como el miedo te alerta de un peligro, la tristeza te avisa que perdiste algo; por tanto, la pregunta que deberíamos hacernos al sentir miedo o tristeza es ¿Qué es lo que perdí? ¿De qué se me está alertando?
En nuestros círculos actuales, el gozo y el sufrimiento parecen ser opuestos o antónimos, pero para Pedro el sufrimiento no debía sonar extraño para sus lectores...
El dilema que tarde o temprano todos los líderes cristianos de hoy en día enfrentamos es: ¿Cómo mantenernos humildes cuando nuestras carreras, nuestro trabajo, y el aporte que queremos hacerle al mundo demandan que promocionemos lo que hacemos?
Si eres miembro logueate con tu usuario y contraseña
para ver todo el contenido Premium
Si ya estás logeado aparecerá tu nombre.