Así como el miedo te alerta de un peligro, la tristeza te avisa que perdiste algo; por tanto, la pregunta que deberíamos hacernos al sentir miedo o tristeza es ¿Qué es lo que perdí? ¿De qué se me está alertando?
En nuestros círculos actuales, el gozo y el sufrimiento parecen ser opuestos o antónimos, pero para Pedro el sufrimiento no debía sonar extraño para sus lectores...
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